GINEBRA (1 de diciembre de 2020) – Mientras el mundo mira más allá de la COVID-19, expertas y expertos en derechos humanos de la ONU han instado a los Estados a garantizar que las personas con discapacidad estén plenamente incluidas en el proceso de “reconstruir mejor”. Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 de diciembre de 2020), han emitido los siguientes comentarios:
Danlami Basharu, presidente del Comité de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad:
“La pandemia de COVID-19 ha demostrado la naturaleza precaria de los avances logrados en las últimas dos décadas por y para las personas con discapacidad. Los Estados deben trabajar para mitigar sus efectos inmediatos y a corto plazo, y también planificar mejor las crisis futuras para asegurarse de que nadie se quede atrás en realidad.
Un aprendizaje obvio de los últimos meses es la notoria falta de consulta con las personas con discapacidad, sus organizaciones representativas y las personas con discapacidad que son defensoras de derechos humanos en la configuración de la respuesta a la pandemia de COVID-19. Problemas que eran totalmente predecibles se pasaron por alto y esto afectó negativamente tanto la legitimidad de las respuestas inmediatas como su efectividad ”.
Gerard Quinn, Relator Especial sobre los derechos de las personas con discapacidad:
“La pandemia de COVID-19 destaca que los esfuerzos de protección, respuesta y recuperación no serán efectivos a menos que todas las personas sean valoradas e incluidas por igual. Solo mediante la adopción de un enfoque de derechos humanos lograremos sociedades equitativas, sostenibles y resilientes. Esto incluye, entre otros puntos, el reconocimiento de la educación como un elemento esencial para empoderar a las personas con discapacidad e integrarlas social y políticamente en sus comunidades.
Se necesita innovación para reemplazar los frágiles sistemas de apoyo con garantías de continuidad durante las crisis. El futuro no puede ser como el pasado; de eso se trata ‘reconstruir mejor’”.
María Soledad Cisternas Reyes, Enviada Especial del Secretario General sobre Discapacidad y Accesibilidad.
“Otro aprendizaje obvio tiene que ver con mejorar la accesibilidad, como también la disponibilidad de información y comunicaciones relevantes para aquellas personas en mayor riesgo. Durante la pandemia de COVID-19, también experimentamos la extrema fragilidad de los sistemas de apoyo para personas con discapacidad, así como otros servicios de apoyo comunitario. La pobreza multidimensional y la marginación causadas fueron obvias: aislamiento extremo, falta de acceso a servicios básicos -incluidos alimentos y medicinas-, mayor riesgo de violencia contra mujeres y niñas con discapacidad en el hogar e incluso falta de vivienda. Tuvo un impacto desproporcionado en las mujeres y niñas con discapacidad y en las personas mayores con discapacidad”.
Estos comentarios cuentan con el respaldo de más de treinta expertos y expertas independientes del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.