Guayabazo
Por Manuel García Javier
La lucha por la dirigencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Tabasco ha iniciado con el registro de sólo dos aspirantes a candidatos: Sergio Coll Montalvo y Víctor Hugo Pérez Olave. Ambos están en compás de espera esta semana para ver si la CMIC nacional les da la palomeada y se conviertan en candidatos oficiales que buscarán el consenso del gremio para la votación final el día 27 de enero de este 2018.
Ambos han tenido encuentros con la prensa en diversas ocasiones y han puesto a consideración sus motivos, proyectos y programas a realizar en el bienio 2018-2019.
Sin embargo, ya surgieron los que quieren revolver las aguas para romper con la unidad que hasta la fecha priva en ese importante sector de la industria de la construcción. Se trata del eterno grupo de inconformes que cuando ven la oportunidad se mueven como sanguijuelas con el malévolo fin de asaltar el poder, pero han logrado consumar sus aviesos planes.
Como se ha hecho costumbre, destacados miembros del Colegio de Ingenieros Civiles buscan dirigir este importante gremio empresarial para aglutinar fuerzas y lograr que las instancias federales, estatales y municipales utilicen la mano de obra que genera la CMIC. A ello se ha debido la fortaleza de los constructores de Tabasco.
Pero hemos observado que en este periplo por la búsqueda de la Presidencia de la Cámara, existen incongruencias por parte de algunos miembros del Colegio de Ingenieros Civiles que tratan de enturbiar el proceso, apoyando a alguien que no pertenece al Colegio y por tanto traicionan sus estatutos.
Se trata de Rosario León Santiago, Guillermo Rubén Alday Vélez, Felipe Irineo López, José Alfonso Tosca Juárez y Mario Abreu Montaño, que merecen ser expulsados del CIC porque no buscan la cohesión de sus agremiados sino por el contrario están alentando la desunión con su apoyo a la planilla que encabeza Víctor Hugo Pérez Olivé quien nunca ha pertenecido al Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco.
Por cierto que el minúsculo grupo de Carlos Boj Esteban se unió al de Pérez Olivé y, a decir de algunos empresarios constructores, no han logrado aglutinar adherentes, porque ya los conocen y ubican como conflictivos que por siempre han puesto en peligro la estabilidad de la CMIC.
La Cámara de la Construcción en Tabasco, dirigida hasta este mes por Manuel Antonio Quirarte Flores, los ha exhortado a hacer una campaña de altura y con propuestas; les ha dicho no olvidar que lo primordial es que van a trabajar por la CMIC, la cual hoy opera por primera vez en su historia con números “negros”, es decir, tiene finanzas sanas, dada la excelente conducción que tiene. Por ello se estima que Quirarte entregará buenas cuentas a quien resulte ganador.
En fin, ahí quedan estos señalamientos para que abran su mente y se tomen buenas decisiones en pro de la unidad de las empresas constructoras tabasqueñas.
PIÑA HUNDE A LA UJAT
Un documento titulado Visión 2030 de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) señala el peligro de quiebra en la UJAT y califica a su rector José Manuel Piña Gutiérrez como un irresponsable que pactó prestaciones laborales gravosas.
La información publicada en el diario La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2018/01/06/sociedad/028n1soc), señala que de las 33 universidades públicas estatales del país, al menos siete están en quiebra o en riesgo: En peligro de bancarrota está la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y la Universidad Autónoma del Estado de México; en quiebra técnica: la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y las Autónomas de Nayarit, Zacatecas y Morelos.
De acuerdo a la Anuies, el rubro que más impacta a las finanzas universitarias es el relacionado con el pago de pensiones y jubilaciones que se están cubriendo con recursos presupuestales del subsidio ordinario y se haceinviable continuar con esa práctica.
Y es que el gasto federal destinado a actividades de educación superior y posgrado de 2000 a 2016 pasó de casi 68 mil millones de pesos anuales a cerca de 128 mil millones. La matrícula de alumnos creció en el mismo periodo 116 por ciento al pasar de un millón 377 mil estudiantes 2 millones 971.
En lo local, se nota que la falta de oficio y de previsión del rector Piña, inflando a la UJAT con una matrícula innecesaria, se está a punto de enterrar la máxima casa de estudios tabasqueña y a ello se debe que el pago de servicios personales representa más de 90 por ciento del presupuesto.
Tal y como señala la información de la Anuies, para hacer frente a sus compromisos laborales diversas universidades han incumplido sus obligaciones fiscales y con instituciones de seguridad social.
La única esperanza que le queda a la UJAT es que el gobernador Arturo Núñez Jiménez solicite al presidente Enrique Peña Nieto la ayuda para rescatarla, o tal vez ya lo haya hecho. Sin embargo, se hace necesario la remoción del inútil rector. Nos leemos en la próxima. Estoy en guayabazo@hotmail.com.