- El reto actual de los nutriólogos es fomentar en sus pacientes las leyes de la alimentación: calidad, armonía, adecuación y cantidad.
Estudió Nutrición porque su abuelo falleció de diabetes, fue entonces que se sembró la semilla de su vocación por las ciencias de la salud, al cuestionarse por qué la gente fallecía por esa causa.
La nutrióloga Adriana Albarrán González quien labora en el Hospital de Gineco Obstetricia (HGO) No. 221, en el área de nutrición, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Poniente, relata que en el área donde se desenvuelve ha tenido experiencias, como aquella que también le marcó la vida, recuerda haber atendido a una mujer que padecía desnutrición severa y presentaba un embarazo gemelar de 12 semanas. La madre pesaba 30 kilos y medía 1.40 m. ¡Estaba muy por debajo de su peso!
“El tratamiento que le brindamos a la paciente fue suministrarle un soporte nutricional endovenoso y buena dieta; ya cuando la mujer tenía 37 semanas de gestación logró subir su peso 24 kilos, lo cual aunque fue poco, era lo necesario para salvar su vida y la de sus gemelos, fue ahí donde vi por primera la magia de la nutrición y fue muy gratificante”.
Comenta que cuando era estudiante, se llevó o a cabo un proyecto donde recorrerían todas las escuelas secundarias de Toluca, para verificar los hábitos alimenticios de los niños. “Yo pensé que me encontraría con niños activos, deportistas, con gente alegre. Pero me di cuenta que la realidad no es así…
La mayoría de los niños no hacen ninguna actividad física, me los imaginaba jugando por las tardes, corriendo y muy activos, cuando les preguntamos sobre las actividades que desarrollaban por las tardes, nos mencionaban que se la pasaban pegados a los video juegos; al Wii, al PSP y todos aquellos que no les aporta absolutamente nada a su desarrollo físico y todavía se sumaba que sus hábitos alimenticios no eran saludables; por ello tenemos el nada honroso primer lugar de obesidad infantil a nivel mundial”.
Comenta que el reto actual de los nutriólogos es fomentar las leyes de la alimentación: calidad, armonía, adecuación y cantidad en lo que comemos. Una vez que lo asimilan, las personas tienden a ejecutarlo y modificar sus malos hábitos alimenticios y así obtener buenos resultados.
“Nosotros como nutriólogos no podemos generalizar ningún tratamiento, puesto que todos somos diferentes, la edad, el sexo, el peso son algunos de los factores por los cuales tenemos que diseñar un plan nutricional para racionar la comida y las cantidades a ingerir, y así enseñar a distribuir los insumos a los pacientes”.
La especialista hizo hincapié en que el individuo debe aprender a comer desde recién nacido, fomentando la alimentación del seno materno, menciona que los bebés que no se alimentan por esa vía son más propensos a padecer obesidad en su juventud y en la edad adulta, la leche materna ofrece múltiples beneficios en sí misma que ningún otro alimento puede dar, lo cual ayuda a tener un desarrollo óptimo y nos mantiene alimentados desde pequeños.
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