- La conductora cubana nacionalizada costarricense, Inés Sánchez de Revuelta, recibió en el 2013 dos reconocimientos por parte de los Récord Guinness por ser la presentadora con mayor duración en un Programa Educativo de Televisión y por el Programa Educativo de Televisión con mayor duración.
- El Programa Teleclub cumplió el pasado 8 de febrero 51 años de estar al aire brindándole información, educación y entretenimiento a la familia costarricense.
- Inés Sánchez fue condecorada, en el 2012, con la Orden del Sol Naciente, Rayos de Oro y Plata, otorgada por el emperador japonés Akihito.
Por: Carlos Díaz Chavarría
Vicepresidente Costa Rica – CONAPE Internacional
Fotos: www.miprensacr.com
El año pasado tuve la fortuna, por motivo de la promoción de mi nuevo libro La otra mitad de mi diferencia, de que me entrevistara la conductora Inés Sánchez de Revuelta en su programa Teleclub de Canal 13, y digo que tuve la fortuna pues doña Inés, a todas luces, es una mujer excepcional quien ha dejado un legado importante en Costa Rica en la formación de valores mediante su oficio.
Porque referirse a doña Inés es hablar de una periodista cubana nacionalizada costarricense; locutora; productora, directora y conductora del programa Televisivo Teleclub el cual se ha trasmitido de forma ininterrumpida desde 1963 y difundido en diversos canales como Canal 4, Canal 7, Canal 6 Canal 2 y Canal 13, donde actualmente permanece. En fin, hablar de Inés Sánchez de Revuelta es describir a una mujer cargada de energía, fe, pasión y perseverancia.
De ahí que el día de la primera entrevista me sorprendió, por ejemplo, el gran nivel de compromiso, amor y responsabilidad que ella tiene para con su trabajo, y sorprende, además, porque estamos en una época en la cual muchas personas parecieran ver en el trabajo una tortura; más que satisfacción, pareciera ser una obligación impuesta, es decir, mucha gente lo ve solamente como un medio para obtener dinero con el cual sufragar sus necesidades.
En el caso de doña Inés es todo lo contrario, pues se percibe, desde el primer momento en que uno la conoce, que ha asumido el trabajo como una manifestación de la vocación que posee acompañada de un espíritu de servicio hacia los demás. En ella se puede percibir el trabajo como una expresión creativa para manifestar, e ir desarrollando, las inmensas capacidades comunicativas, laborales y humanistas que la caracterizan como el trabajo en equipo, la cooperación, la empatía, la creatividad y la disciplina, además de que el trabajo le ha sido un medio extraordinario de satisfacción, crecimiento, autorrealización y de orgullo por el deber cumplido. De alguna manera ese compromiso de doña Inés con su labor profesional, desde hace más de cincuenta años, y específicamente con Teleclub, me hace recordar las palabras de la Beata Teresa de Calcuta cuando señalaba que “no puedo parar de trabajar, amo el trabajo, para descansar tendré toda la eternidad”…
Y ello queda plenamente demostrado al haber podido mantenerse al aire con un programa de televisión, como Teleclub, por cincuenta años, valga decir que los cumplió este año, y haberlo hecho con tanto profesionalismo y pasión, pues perfectamente se puede decir que el éxito de doña Inés está en el haber comprendido que el verdadero sentido del éxito profesional consiste en que la persona, mediante cualquier labor que realice, debe disfrutar y respetar su trabajo, y expresarse con extrema autenticidad; además de la eficacia real, de la utilidad efectiva, que este tenga para los demás como un medio de servicio. Y eso en doña Inés es una máxima de vida.
Por ejemplo, doña Inés llega una hora y media antes a su programa Teleclub, con su maletita a cuestas, para colaborar en la ubicación de las cámaras, la colocación de los adornos, la correcta iluminación o para establecer una mini entrevista previa con cada uno de los expertos o participantes para que cuando salga al aire esté afinadamente organizado, todo como un proceso de autocorrección y búsqueda de perfeccionamiento.
También me llamó la atención, sobremanera, el compañerismo de doña Inés pues saluda, y hasta de beso, a todas las personas que colaboran en su programa, tanto a los expertos invitados como a los camarógrafos, técnicos o las personas de la limpieza, para ella no hay clase social ni color, ni oficio, ni edad, eso habla muy bien de su don de gentes. Por eso, personas como doña Inés son las que deberíamos emular pues se ha constituido en forjadora de valores como la dedicación, perseverancia, constancia y esfuerzo.
Definitivamente doña Inés ha hecho de la experiencia una fuente incansable de sabiduría que nos puede servir de estímulo para hacer de nuestro trabajo una actividad más agradable y productiva. Que un programa de televisión cumpla 51 años se dice fácil, pero lo que ha hecho doña Inés con Teleclub en ese tiempo no solo la ha convertido en una de las conductoras con más carisma y estilo, toda una señorona de la televisión nacional, sino que, también, le ha permitido ser una forjadora de una cultura caracterizada por la solidaridad, el esfuerzo, la perseverancia y la honradez, y hacer de Teleclub toda una universidad de la vida, un semillero de enseñanzas, conocimientos, consejos, valores y servicio para y por la familia.
Tal y como lo señaló el Arzobispo de San José, Monseñor Hugo Barrantes, en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Misa de celebración de los 50 años de Teleclub: “Doña Inés es la muestra de que en este país sí se puede hacer televisión con valores”. Valga resaltar que durante toda la misa doña Inés no se separó de la imagen del Corazón de Jesús, la cual la ha acompañado durante los 50 años de Teleclub; además a Él es a quien ha confiado su programa. Además, ese mismo día, el alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez, le hizo entrega de una placa que la distinguía como Ciudadana Distinguida de esa provincia.
Sin lugar a dudas, hay que destacar la cantidad de años que doña Inés lleva en la pantalla nacional; ojalá nosotros tuviéramos esa energía, esa pasión y ese amor por el trabajo, como lo ha tenido doña Inés, durante 51 años con su programa Teleclub. En ese sentido el nombre de doña Inés me recuerda, de alguna manera, el poema del escritor portugués José Saramago que versa:
“Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso y hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o a lo desconocido… Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos. ¡Qué importa cuántos años tengo! Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. ¿Qué cuantos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas, ¡valen mucho más que eso!”.
Por ello, no puedo más que felicitar y agradecerle a doña Inés por la gran cantidad de exitosos años que lleva en la pantalla nacional, y por el 51 aniversario de su educativo programa Teleclub premiado con un Guiness Récord. Hoy, afortunadamente, trabajo a su lado como parte del equipo de profesionales que semana a semana nos comprometemos con ese objetivo de educar a la familia costarricense. Indudablemente ella ha hecho de sus años, y de los años de Teleclub, un caudal de energía para seguir construyendo, para seguir creando, seguir aportando y seguir dejando una huella tan propositiva en Costa Rica. ¡Honor, a quien honor merece!
Inés Sánchez de Revuelta en esencia…
“La principal enseñanza que me ha dejado Teleclub, en estos cincuenta años, es que enseñar deja muchas satisfacciones”.
“Me gustaría que los televidentes tengan presente de Teleclub todo aquello que a cada uno le haya sido útil, y que recuerden que siento mucho amor por los más necesitados”.
“El éxito del programa ha radicado en la constancia, la dedicación y el esfuerzo. Soy perfeccionista y exigente. No sé si es virtud o defecto”.
“Mi programa de televisión favorito es Teleclub. Teleclub y yo estamos muy unidos. Por eso mi meta es mejorar y actualizar el programa cada día, dentro de lo que se puede”.
“A las nuevas generaciones que se están involucrando en ese fascinante mundo de la televisión les recomendaría que lo importante no es lucirse y aparecer en la televisión, lo importante es el contenido”.
“Si le dedicara estos cincuenta años de Teleclub a alguien, se los dedicaría a Dios y a mi madre”.
“Admiro a Ronald Reagan, a la Madre Teresa y a Juan Pablo II”.
“Para mí, en estos cincuenta años, los televidentes han representado el porqué de mi trabajo”.
“Yo siento que las personas me tienen cariño, que me tratan como soy, un ser humano, no me tratan como algo sobrenatural. Me sienten como alguien de su familia”.
“La vida es un don precioso que Dios me dio. Él en mi vida es todo, el principio y el fin”.
“Si hay salud y Dios me sigue acompañando, podrán estar seguros de que hay Inés Sánchez para mucho rato. Esa es la única forma de retribuirle ese cariño al público fiel. Dios nada me debe, yo le debo a Él.