Al cumplirse 100 años del natalicio José Guadalupe Ramírez Álvarez, del Ex Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), integrantes de la comunidad LGBTTIQ+ lo homenajearon por sus acciones a favor de la educación y la cultura que pusieron en alto con su conocimiento, solidaridad y calidad humana el espíritu arcoíris resiliente de la diversidad sexual que sobrevivió con inteligencia y sensibilidad a la cultura machista, homofóbica y discriminatoria que le tocó vivir en su época.
Por lo anterior, Walter López vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y a Favor del Estado Laico colocó una bandera arcoíris en el monumento al interior de la UAQ en el que se encuentra la placa que reconoce a Ramírez Álvarez como “Gestor del Centro Universitario y Rector de Nuestra Casa de Estudios de 1971 a 1976”.
“Estamos aquí en la UAQ rindiendo homenaje a un queretano ilustre, porque la diversidad sexual hemos hecho grandes aportaciones en toda la historia de la humanidad, porque sabemos que la educación es la herramienta que puede erradicar todas las formas de discriminación y lograr el desarrollo integral de México”. Puntualizó Walter López.
Por su parte, David Estrada el reconocido periodista, historiador y conductor de radio y televisión de Querétaro, recordó a Ramírez Álvarez como un hombre de vestimenta impecable, que no ocultó su orientación o preferencia sexual a pesar de lo escandalizada que era la gente de esa época, referente a los temas relacionados con las sexualidades humanas.
“En 1983, durante mi fugaz estancia de dos años en la Facultad de Derecho de la UAQ, el licenciado Ramírez fue mi maestro de Derecho Constitucional, una clase que en verdad era una cátedra y se convertía en una delicia por la gran cantidad de anécdotas que el también historiador intercalaba para hacer más amena su exposición. De voz profunda y modulada, infundía respeto apenas pisaba el aula. Se vestía siempre impecable, de traje y corbatas de colores (el rosa era su color favorito), de lo más escandalosas para la época; zapatos de amplio y alto tacón y vistosos anillos que llamaban mucho la atención. Era un hombre que no calló, ni ocultó su homosexualidad, porque no le importaba lo que la gente pudiera opinar al respecto. Sin embargo, fue perseguido, señalado y hasta exiliado de Querétaro por un importante personaje político de la época, cuando participó en una fiesta de travestis en La Cañada, a mediados de la década de los sesenta. Pero, afortunadamente, en la década de los setenta sería reivindicado por sus innegables méritos profesionales, al asumir la rectoría de la UAQ y ser nombrado cronista vitalicio del estado”, puntualizó el periodista.
Finalmente, David Estrada recordó un emotivo texto de Ramírez Álvarez, contenido en una carta que envió el 14 de mayo de 1986 -cuatro días antes de su muerte- al Consejo Universitario de la UAQ, cuando se le nombró Maestro Emérito, en el que decía: “Ignoro si fui maestro ejemplar. El único mérito que me reconozco es haber amado con pasión a esta casa de estudios”.
J. Guadalupe Ramírez Álvarez, abogado, historiador, periodista, locutor, notario, maestro y rector de la UAQ, murió a los 66 años, el 18 de mayo de 1986.