Por Manuel García Javier
El alto porcentaje de aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador en México y América Latina, se debe a su congruencia, fortaleza y seriedad, pero corre el peligro de que disminuya ante la posibilidad de creación de nuevos partidos que tendrán escenarios de severas críticas a los programas de gobierno.
La asociación civil ‘Foro Ciudadano 27 Mx’, que preside Felipe López Ortega, señala que el tabasqueño llegó al gobierno con un 70% de reconocimiento y, hoy, por la esperanza que tienen los mexicanos en crecer económicamente, asciende al 89%. Ello, ante el cumplimiento de su ofrecimiento de campaña, principalmente de erradicar la corrupción.
Sin embargo, el especialista en estudios de encuestas señala que tal impacto generado por los programas gubernamentales, tiene efectos colaterales pues la política asistencialista, de becas, despensas, etc., se tendrá qué verse estimulada por empresas que produzcan para que la economía se fortalezca. Porque “ese 11 por ciento de gentes que dicen no poderlo ver y no creer en él” puede verse aminorado con la cicatrización que el propio presidente ha puesto en marcha.
El bajo porcentaje de no aceptación, dijo, representa ‘caldo de cultivo’ para los críticos del sistema que han cuestionado –y así seguirán– todas las decisiones en torno al ‘huachicoleo’, atención a los ‘ninis’ y de una serie de programas asistenciales.
En el plano local, se observa un gobierno que inició con estabilidad y credibilidad. Son 24 días operativos, a los que se suman los posteriores al 1 de julio, donde el licenciado Adán Augusto López Hernándezsupo mantener estable su función de gobernador electo para llegar a muy buenos términos a su toma de posesión.
Lo anterior implicaba poder detener el escenario de grupos y darle a cada uno su adecuada dimensión, principalmente manteniendo toda la confianza y la esperanza de un pueblo que quiere ser partícipe de laCuarta Transformación.
Claro, no ha sido nada fácil la asunción de la nueva administración ante la salida de un gobierno conflictivo que engañó a todos los tabasqueños y dejó una entidad deplorable con un boquete de deuda por más de 3 mil millones de pesos. El nuevo gobierno, llega con toda la esperanza de hacer las cosas bien.
El respeto al derecho ajeno
El 23 de enero de 1958, tras 10 años de dictadura, un golpe de estado provocó la caída del general Marcos Pérez Jiménez como presidente de Venezuela. Tras 22 días de protestas contra su gestión, el pueblo lo obligó a abandonar el país con rumbo a República Dominicana, a bordo del avión presidencial ‘La Vaca Sagrada’.
61 años después, la Asamblea Nacional convocó a los venezolanos a protestar contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien asumió de nuevo el pasado 10 de enero tras elecciones consideradas fraudulentas por la oposición y buena parte de la comunidad internacional.
La significativa fecha de golpe de Estado de 1958 fue propicia para que Juan Guaidó, líder del Parlamento, se autoproclamó presidente interino ante una multitudinaria protesta.
Y es que, a partir del 2 de febrero de 1999 nació el ‘Chavismo’, considerado como ‘La Peste del siglo XXI’, con la asunción a la presidencia del militar Hugo Rafael Chávez Frías y su continuidad con Maduro, la república bolivariana ha sufrido la peor de las dictaduras.
La noticia de la eventual caída de Maduro propició que líderes mundiales se manifestaran a favor del opositor Juan Guaidó, quien estuvo preso hace aproximadamente un mes y liberado por el propio ejército: El presidente de EU, Donald Trump, lo reconoció “oficialmente”, además de algunos países latinoamericanos y europeos que se han sumado
Sin embargo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, se dijo que ‘ni a favor ni en contra’ del gobierno venezolano y admitió que busca cumplir con los principios constitucionales de la diplomacia mexicana, de NO intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y respeto a los derechos humanos, pero sobre todo hacer valer la frase juarista: ‘Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’.En Venezuela, hay un alto porcentaje de desempleo y está agobiado por una aguda crisis económica, que propició que un número considerable de migrantes (en 3 años 2.3 millones de venezolanos salieron de su patria), se espera un desenlace nada halagador en esta lucha por terminar definitivamente con el ‘chavismo’ en la tierra de Simón Bolívar, para dar paso a una nación nacionalista e independiente, y esto tiene que ser en corto plazo, pues hay que recordar que a la nación del norte le interesa más el petróleo, el diamante y el oro que posee en grandes cantidades ese país. Nos leemos en la próxima, estoy en:guayabazo@hotmail.com. Sean felices.