De Pablo Ramírez Puga.
“Descabezan” a la hydra magisterial…
La inestabilidad política y social en Oaxaca no es de ahora, la ingobernabilidad es manifiesta y el actual gobierno de Gabino Cué Monteagudo se ha tenido que meter bajo las faldas federales para enfrentar lo que primero “cachondeo” y después ha tenido que enfrentar, si no por amor por fuerza, ante la necesidad de ubicarse como “traidor” al magisterio oaxaqueño.
Quien quiera pensar que los sucesos de este 2016 es una reedición del 2006, está equivocado. En el 2006, el entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz, tuvo que apegarse o navegar con un gobierno federal de oposición que sofocó el incendio magisterial a base de negociaciones con la dirigencia de la Sección 22 de ese entonces. De esa forma, el líder Enrique Rueda, fue “becado” al extranjero y le tendieron “puente de plata”. La Sección 22 no perdió fuerza, sólo la calmaron como siempre, a través de canonjías y negociaciones con la ley.
Ante las reformas implementadas en el mandato de Enrique Peña Nieto, entre ellas la educativa, era menester que el gobierno de Oaxaca, encabezado por Gabino Cué, siendo de oposición al régimen, también negociara políticamente para no ser refundido en la ignominia política y en la cárcel ante el pésimo mandato realizado.
Así se erige Gabino Cué como “el valiente” gobernador que se enfrenta a la poderosa Sección 22 y de esa forma empieza el desmantelamiento del poderío magisterial a través de la implementación forzada de la reforma educativa y quitándole a la Sección 22 el control del IEEPO. Comenzaron a caer cabecillas de la Sección 22 y a circular amenazas de órdenes de aprehensión que los líderes magisteriales ninguneaban con la esperanza de negociar una vez más. No fue así, y hoy las dos cabezas de la Sección 22 (Rubén Núñez y Francisco Villalobos) han sido por fin, aprehendidos y enviados a un penal de Hermosillo, Sonora.
Con ello empiezan los coletazos de la “hydra” magisterial, que está utilizando a todos sus adeptos y brazos violentos para contrarrestar sus estertores de muerte
No sé si estaremos ante el desmoronamiento de un movimiento magisterial que llegó a su nivel de obsolescencia, pero de que la fuerza del magisterio debe encauzarse bajo otros cánones, tendrá que hacerlo, si quiere recomenzar su reivindicación y no perder los avances laborales que logró durante su lucha.
El maestro, es sin duda, parte medular del desarrollo de los pueblos, su papel no tiene por qué desaparecer ni seguirse desacreditando en luchas que sólo le hacen el juego a los partidos políticos. Ojalá y los verdaderos maestros entiendan que su papel en las aulas es más importante y trascendente que el que actualmente hacen en las calles.
Un pueblo educado, si puede aspirar a ser bien gobernado y creo, que ese es objetivo final al que todos aspiramos desde hace mucho tiempo…
Oaxaca de Juárez, Oaxaca; lunes 13 de junio/2016.