Por Fernando Hernández Flores
Desde niño y joven observó los problemas que se suscitaban entre los habitantes de su pueblo natal Anenecuilco contra los terratenientes, fue notando las arbitrariedades y el abuso excesivo hacia los más desprotegidos; descendiente de los Zapata, gente muy respetada por ser de una sola pieza, leales a las causas justas, ahí es donde crece Emiliano Zapata Salazar, el caudillo del sur, el hombre que trascendio y ascendió como los grandes defensores de las y los campesinos, así como de los indígenas del pais, en aquellos tiempos de la revolución agraria.
Hace tiempo, en los pueblos originales existian los consejos de hombres de poder, los hombres sabios, los que conducian los destinos del gran pueblo, quienes decidian a quien proponer por sus cualidades, capacidades, talento y diversas virtudes para ser digno de ser el gobernante del pueblo. Hoy en día, hay consejos supremos indigenas en Veracruz y en otros estados de la república donde aun se mantienen las buenas costumbres entre nuestras etnias, que orgullosamente tenemos los mexicanos. El 23 de febrero se nos adelantó el tata Juan Simbron Mendez, líder del Consejo Supremo Tradicional Totonaco, quien sigue siendo el alma del totonacapan y desde las alturas sigue velando por sus queridos totonacas y por los pueblos indígenas, para que siga habiendo el árbol de buena fruta, hoy el tata se ha unido al señor del Tajin. En ese sentido fue el ungimiento de un joven de apenas 30 años de edad, que tenía todo para ser el guía de su pueblo, por ello el Consejo de defensa de las tierras de Anenecuilco, que estaba integrado por personas adultas que ya no tenian las suficientes energias para seguir peleando por lo que les pertenecia a ellos, decidieron por unanimidad elegir a uno entre los suyos, que tuviera los suficientes pantalones para defensores los derechos de su gente y no venderse por un puñado de moneda ante los opositores. El acuerdo de los cuatro abuelos fue darle poseción al joven Emiliano Zapata. ¿Quién iba a pensar que el nombramiento hecho era para defender a los campesinos e indígenas de la nación? ¿Quién se imaginaria que coincidía con los caudillos de la revolución y con el centauro del norte, Pancho Villa? El Plan de Ayala de Emiliano Zapata fue fundamental para la promulgación de la Ley Agraria de 1915 y propició el establecimiento del artículo 27 de la constitución de 1917, donde se debia otorgar la tierra a quien la trabajaba, en forma ejidal.
A 96 años de distancia, Emiliano Zapata vibra en el corazón de muchas personas que queremos a la madre tierra, que vemos los problemas que padecen y viven a diario los campesinos e indígenas, que queremos que ya no haya tanta diferencia entre los mismos hermanos del campo. Necesitamos de liderazgos que sumen, que unan, que fortalezcan, que trabajen a favor de los trabajadores del campo. En la CNC o Liga de Comunidades Agrarias de Veracruz me une mi origen y mi compromiso firme. En ningun momento es aceptable perder el piso, por ello vamos a trabajar de la mano con el Senador Manuel Humberto Cota Jiménez, Presidente del CEN de la Confederación Nacional Campesina. Con acciones que modernicen al campo, le daremos juntos un nuevo rostro social al agro veracruzano desde su organización, la casa de las y los campesinos. Para los cenecistas, Zapata vive.
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