Por Abel Santiago / abelsantiago30336@yahoo.com.mx
Uno de los grandes pintores contemporáneos, conocido y reconocido nacional e internacionalmente, es el maestro Edmundo Aquino, originario de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca, donde realizó varios proyectos de beneficio cultural para su comunidad, como la restauración de las iglesias y la fundación de una biblioteca, con lo que dio notable impulso al rescate del idioma zapoteco. Asimismo, le dedicó el libro de investigación Zimatlán, lugar de la raíz del frijolón, del que el doctor Miguel León Portilla escribió: “Hombres como el maestro Edmundo Aquino, luchan por fortalecer la identidad de Zimatlán, su tierra natal. Además de su obra creadora como pintor de reconocidos méritos, impulsa y enriquece la cultura de su pueblo. A él se deben tareas como la relacionada con la biblioteca Quichi Caa Yye, ‘papel escrito, pintado’, de Zimatlán y las pesquisas para esclarecer el significado de su nombre. Como él lo expresa, en náhuatl Zimatlán quiere decir ‘lugar de la raíz del frijolón’, y en zapoteco Huyelachi o Guielachi, ‘campo de flores’. Un pequeño regalo haré al tlahcuilo Edmundo Aquino y a su pueblo. Mi regalo es la traducción de un texto en náhuatl que transcribió fray Bernardino de Sahagún acerca de la raíz conocida como zimatl”. El texto se incluye en el pórtico del libro.
La más reciente exposición del maestro Edmundo Aquino, que estuvo en el Centro Cultural Isidro Fabela, Museo Casa del Risco, y en Casa Redonda, Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo, la tituló Ecuaciones Inesperadas, que según el folleto de presentación responde a la propuesta plástica que se expone, porque el autor piensa la creación artística como una ecuación, que en términos matemáticos significa “igualdad que contiene una o más incógnitas”, a las que se les busca una solución, solamente que a nivel artístico. Los valores que en matemáticas pueden ser números, coeficientes o constantes, se traducen en peso, equilibrio, armonía, contraste de formas, planos, colores o bien combinación de materiales, y así lo explica: “En toda obra puede haber de todo: matemáticas, filosofía, poesía. Uno trabaja constantemente con ecuaciones. La ecuación es igualdad metafórica. Esta metáfora debe tener su equivalente”. Las obras expuestas son suma y conceptualización de un quehacer relacionado tanto con la figuración como con la abstracción.
En Ecuaciones Inesperadas, collages de Edmundo Aquino, la maestra en historia del arte y curadora de la exposición, Marcela Cauduro, analiza e interpreta un grupo de collages de este artista oaxaqueño, a fin de establecer un puente con lo más reciente de su producción. A través de las imágenes y los textos escritos por la propia historiadora sobre la exposición, dividida en 15 apartados, el público ha tenido la oportunidad de adentrarse en el mundo creativo del autor para disfrutar de su fantasía e imaginación. Comenta la maestra que desde 2008, Aquino ha dedicado la mayor parte de su tiempo y esfuerzo creativo para dar forma a sus ideas e inquietudes mediante la práctica del collage, técnica que se define como aquella que utiliza materiales extra pictóricos o extra artísticos, y su descontextualización e incorporación a un nuevo concepto: el de la obra de arte. Aunque esta práctica se ha desarrollado desde el siglo XII por calígrafos japoneses, que pegaban en las hojas papeles de colores, es durante las primeras décadas del siglo XX que el collage se transforma en un nuevo medio de expresión, que ha contribuido a ampliar las posibilidades discursivas de los artistas.
Con esta exposición, que ha mostrado lo más reciente de su producción, el maestro Edmundo Aquino celebró seis décadas de trayectoria como artista plástico, que inició en su natal Zimatlán, donde por su contacto con la naturaleza y su participación en las costumbres y tradiciones populares, cultivó el gusto por los colores, la composición, la belleza y el quehacer artístico. De las vivencias de su primera juventud también forma parte su poemario Guielachi, tierra de flores, otra muestra de su talento literario, que confirma su imaginación creadora. Cursó la carrera de artes plásticas en la Academia de San Carlos, en la época en que grandes artistas como Diego Rivera y el Dr. Atl impartían sus conocimientos con una gran dosis de responsabilidad social. Al concluir sus estudios en esa benemérita institución docente, regresó temporalmente a Oaxaca para dirigir la Sección de Artes Plásticas de la Escuela de Bellas Artes. Posteriormente continuó sus estudios de grabado y litografía en París, becado por el gobierno francés, así como de técnica de serigrafía en Londres. Ha sido profesor universitario, dibujante del Instituto Nacional de Antropología e Historia y ha participado de manera constante en exposiciones colectivas, nacionales e internacionales, especialmente en las bienales de París y de Sao Paulo, Brasil, y en las muestras México-pintores contemporáneos, del Museo Picasso de Antibes. Entre sus muchas presentaciones individuales destacan las que tuvieron lugar en el Museo de Arte Contemporáneo de México, la Casa de la América Latina en París, el Museo Mexicano de San Francisco, California, y el Museo de Arte Contemporáneo de la Organización de Estados Americanos en Washington. Ha recibido, entre otras distinciones, los primeros premios del Segundo Salón de Pintura Estudiantil, Museo Universitario de Ciencias y Artes de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Obras del maestro Edmundo Aquino se encuentran en la mayor parte de los museos nacionales y extranjeros, como en la Biblioteca Nacional de París, Francia; Centro Internacional Ex Libris, de Bélgica; Museum of Arts, de Santa Bárbara, California; Museo Rayo, Roldanillo, Colombia y algunos otros. Ecuaciones Inesperadas seguramente será presentada en algunos otros museos, por su importancia y trascendencia, pues como se menciona en las reflexiones de sus promotores, lo pequeño del formato de los collages presentes dentro de esta muestra, remite a una intimidad que el artista guarda celosamente.