Por Fernando Hernández Flores

La degradación y desertificación de los suelos es un problema que nos afecta a todos los que estamos involucrados de manera directa e indirecta en el sector agropecuario. La erosión provocada por los escurrimientos de agua (inundaciones que se han presentado en diversos momentos), así como los provocados por los fuertes vientos, ha generado una disminución en la calidad de los suelos, tanto los tiempos de sequía como los tiempos de exceso de calor dañan la tierra, siendo necesaria que en el Senado de la República se propuso un punto de acuerdo mediante el cual se exhorta al gobierno federal y en especial a la Secretaria de hacienda y Crédito Público, para que se cree un organismo que se denominaría “Comisión Nacional del Suelo”. Con la intención de contrarrestar éste fenómeno con respecto al fuerte daño que hay en los suelos mexicanos.

Al estar dañados los suelos, se reduce la productividad en el campo y aumenta la pobreza y marginación, para contrarrestarla es indispensable que se asignen a la tarea de atenderla de una manera justa y especializada a través de la Comisión que se propone. “Si bien es cierto que existe la Comisión Nacional Forestal, la Comisión Nacional de Zonas Áridas, la Comisión Nacional del Agua, prácticamente ninguna tiene en específico acciones orientadas a evitar la pérdida de suelo ni sobre su recuperación donde se ha perdido”.

En México, en cerca de 200 millones de hectáreas que tiene nuestro territorio, más de 142 millones se encuentran en proceso de degradación, lo cual contribuye al cambio climático y a la severa y creciente escasez de alimentos. A esto debe añadirse la pérdida de un millón 420 mil hectáreas de suelo en el país. Son siete estados los que concentran el 50 por ciento del valor de la producción agrícola nacional y todos presentan algunos procesos de degradación del suelo por motivos de orden químico, hídrico, eólico y de tipo físico.

Debemos apostarle a la sustentabilidad y sostenibilidad del campo, desde la conservación e impulso de sus suelos, generando conciencia entre la ciudadanía. Al no existir una institución que atienda la problemática de la desertificación y la pérdida de suelos. “Por todo lo anterior, el punto de acuerdo propuesto por el senador Manuel Cota Jiménez, quien además es el dirigente de la Confederación Nacional Campesina, está orientado a plantear al Gobierno Federal la creación de la Comisión Nacional del Suelo, en el marco de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable. Y de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y otros ordenamientos jurídicos en lo referente a la conservación, rehabilitación y aprovechamiento adecuado del suelo”.

El líder de la CNC nacional  precisó y puntualizó que la presente propuesta tiene como finalidad la conservación y sustentabilidad del suelo, alineada con el propósito de progreso económico de quienes forman parte de los estratos sociales más marginados y débiles, que son, además, los afectados de forma directa por el problema de la desertificación y degradación de las tierras, en función del nivel de degradación del suelo.

El campo tiene que modernizarse porque son los campesinos quienes alimentan los hogares de las y los mexicanos. Las actividades de los trabajadores del campo debe incrementarse de una formar ordenado, considerando, protegiendo y fortaleciendo los suelos. Sabemos que es la madre tierra quien nos da de comer a todos. Con acciones que modernicen al campo, en la CNC que dirige el Senador Manuel Cota vamos caminando por el sendero del progreso.

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