Por Carlos Díaz Chavarría
Premio Pergamino de Oro 2015
CONAPE Internacional / Costa Rica

En una época en que muchas veces se acusa a la juventud de perder el tiempo de forma irresponsable, se debe reconocer que existen también jóvenes quienes participan en el desarrollo de la vida nacional y en la solución de los problemas. Precisamente el escritor Ariel Cambronero Zumbado es uno de esos jóvenes visionarios que con su innovador trabajo literario está dando significativos aportes al desarrollo cultural de toda Costa Rica. Los invito a conocer algunas perspectivas de este novel escritor que, como él se define, es una persona “observadora, amante del tiempo, calmado, espiritual, escritor en proceso, creativo, solitario, soñador, realista; un humano que erra y evoluciona, en un mundo compuesto, entre muchas cosas, de escritura”…

¿Nació Ariel escritor o se hizo escritor?… ¿O ambos?… Ambas opciones. Desde niño tenía la curiosidad de escribir mis propios mundos, cómo yo veía lo que me rodeaba, plasmar mis pensamientos en papel y no que se quedaran solo en mi mente. Y actualmente pienso que aún me sigo haciendo escritor, porque siento que conforme uno aprende más y lo aplica a sus textos, se re-hace como escritor. Uno se convierte en un escritor, pero el tiempo va haciendo que uno se transforme en otro, en uno mejor que el anterior en cada ocasión.

¿Cómo podría percibir el Ariel-hombre al Ariel-escritor?, posibles diferencias, posibles similitudes, si las hay… El Ariel-hombre percibe al Ariel-escritor como su complemento. Mientras el Ariel-hombre es más conservado, calmado y visualiza y escucha más de lo que habla, el Ariel-escritor no se reserva nada. El Ariel-escritor expresa sus sentimientos y lo que percibe del mundo y lo que en él yace tal y como lo concibe su mente, no se inhibe por mostrar sus emociones ni sus debilidades, no le importa ocultar nada.

¿Qué es la escritura en la vida de Ariel?…  Es una pieza clave que hace que me desarrolle en muchos ámbitos y que en lo personal, compone gran parte de lo que soy. Es uno de los grandes motores que me mueven en este mundo y en mí mismo. Es la herramienta con la que retrato el mundo que percibo fuera de mí, en el que me involucro y en el que está dentro de mí, en general es el hilo con el que uno cada elemento con el que convivo. Por lo que es algo muy importante en mi vida.

¿Qué rasgos, qué esencia, posee la escritura de Ariel?  Uso muchas figuras literarias para profundizar en las ideas y para describir sus atributos lo mejor posible hasta cierto punto. Me gusta mostrar todo tal cual es, pero también dejar a la mente del lector otras posibilidades que él mismo o ella misma arme al leer el texto. Muestro perspectivas existenciales, psicológicas, naturales, entre otras, aplicadas a lo humano en todas sus fases.

¿Cuáles son los propósitos de su escritura?  Hacer ver a las lectoras y a los lectores los diferentes enfoques o visiones que expreso en mi escritura, además de que ellos se introduzcan en mis textos y sean parte de ellos y formen sus propios enfoques sobre mi literatura. También, otro propósito de mi escritura es el de expresión, poder mostrar cómo percibo lo que me rodea, lo que vivo día a día, lo que siento y construyo en mi cabeza y que la gente se identifique con ellos, aunque sea en un solo fragmento.

¿Posee determinado estilo literario? Sí. Me gusta resaltar por medio de figuras literarias tanto los pensamientos como las sensaciones, la crueldad y la calidez, lo físico y lo espiritual; en general, lo que forma al ser humano desde todos sus ámbitos, lo que vive en este y lo que lo rodea, sin omitir ningún punto. Trato de relacionar parte de lo cotidiano, como también temas no tan cotidianos, con diversos temas que por lo general no se toman en cuenta.

 ¿Posee algún ritual al momento de escribir? Suelo escuchar música durante unas dos horas antes para imaginar el esqueleto de lo que pienso escribir ese día, en el caso de las novelas. En el caso de los cuentos y la poesía, lo hago directamente en el papel. Y siempre sacio mi sed antes de escribir con uno o dos vasos de agua.

¿Qué inspira, qué motiva, a Ariel? Me inspira cada partícula de vida con la que me relaciono, el hecho de transmitir mis ideas y mostrar mis trabajos ya terminados, el hecho de que alguien más los vaya a leer y a opinar sobre ellos, ya sea que les guste o no. Me inspiran las situaciones diarias y emociones con las que los humanos lidiamos, esos pensamientos que rompen o construyen nuestro entorno, me inspiran mi familia y Dios. La literatura misma me inspira y también las diferentes ideas que pueden rondar por la cabeza de una persona.

¿Cuál fue su sensación al ver su primer trabajo literario publicado? Fue una sensación muy agradable y satisfactoria, porque es ver que el esfuerzo, el tiempo, la pasión, las emociones y todo el resto que conlleva el escribir un texto, ha rendido frutos y que además, es agradable y aceptado al punto de ser publicado. Me acuerdo que se lo enseñé a mis seres queridos más cercanos con mucha emoción apenas lo vi publicado.

¿De cuáles elementos se nutren sus escritos? De mis propias experiencias, de temas muy variados como: la religión, el esoterismo, la astrología, la naturaleza, la cotidianeidad, lo humano y lo que forma a lo humano, entre otros. También de lo que me transmite la gente, la conozca o no, en cada situación. Muchas veces intento pensar cómo se sienten, qué piensan, qué desean.

¿Qué significan los lectores para Ariel-escritor? Y Ariel como lector, ¿qué prefiere leer? Los lectores significan un todo para Ariel-escritor, ya que sin ellos las obras de los escritores no se enriquecerían y quedarían vistas desde una sola perspectiva. En cuanto a Ariel como lector, prefiero leer textos que me ofrezcan ideas novedosas, aunque estas provengan de temas ya muy explorados. También algo que no se limite exclusivamente a lo cotidiano, sino que esto que es cotidiano se vea alimentado por otros elementos que sirvan como quiebres para ampliar la perspectiva de lo cotidiano.

¿Qué les aconseja a los incipientes escritores? A los jóvenes les aconsejo que nunca se den por vencidos ni menosprecien su trabajo, que entiendan que todo es un proceso en el que uno va creciendo. Además, no hay que parar de nutrirse con literatura y conocimiento, pero sobre todo, es intentar que el sello personal, es decir, la forma en la que uno escribe, no se vea maleado por el resto de literatura. Está bien aprender de la literatura de los demás, no dejar de modificar nuestro estilo de escritura hasta que estemos conformes con este, pero no dejarse influir demasiado por un mismo autor, porque suele distorsionarse el estilo personal.

¿Cuáles son los futuros proyectos de Ariel Cambronero? Tengo varios proyectos literarios en mente, entre ellos están: publicar el poemario y la novela que ya tengo escritos, y terminar de escribir mi volumen de cuentos, mi otra novela y mi otro poemario para luego intentar publicarlos también. Asimismo, desarrollar más mis habilidades literarias para crear mejores textos cada vez. Me gustaría ampliarme en el mundo literario, introducirme en el mundo del drama y el ensayo. Aunque tengo una predilección por la novela y la poesía, así que me gustaría ahondar bastante en esas áreas. En general aprender más de la literatura a la vez que me desarrollo en mis textos.

Pálpitos literarios de Ariel Cambronero Zumbado

La guillotina

Ángel de dulce filo
que con un beso fugaz en el cuello
das las buenas noches
a quienes postran ante ti.
Acaricias el llanto de los desdichados
con tus plumas de acero.
Te obligan a caer de lo alto
sin que puedas negarte
para que bebas del río carmesí
que los sin suerte
te ofrecen contra voluntad
con un lamento al final
en la existencia que les has arrebatado.
¡Eres tan solo un ángel ciego
a la orden de una voluntad cruenta!
Ya no quieres ser
quien se encargue de dar fin
a ángeles caídos
ni a demonios inocentes.
Te asquea
beber de su sangre día con día
y llorar ecos de acero
por cada vida que ultrajas
pero tan solo eres el instrumento
el títere ahorcado entre las cuerdas de su amo
por lo que seguirás obedeciendo
o habrá alguien más que ponga el punto final.

Perfume

Tus feromonas me hacen exudar
un éxtasis que recorre
cada rincón de mi cuerpo
besándolo y desnudándolo
tan lento y suave
como se abre el botón de una flor.
Siento tu instinto salvaje
fusionarse con cada caricia
que me plantas
a la vez que desvisto
tu esencia primitiva
hasta bebérmela por completo
e impregnarla
 en cada uno de mis poros.
Cómeme y déjame comerte
esta sed que guardo
me está devorando por dentro.
Tu aroma me desnaturaliza
deseando ser devorado por tu piel
mientras siento
el calor de tu pecho
latir entre mis manos.
Bestia sensual
pierde tu humanidad
y báñate con mi placer
al ritmo de gemidos sin tiempo
y sé uno conmigo.

La manzana y la serpiente

¡Qué irónico! Comí la manzana frente a la tumba de la serpiente, donde perdió la cabeza bajo la hoja brillante de mi padre. Aún recuerdo cómo el cuerpo se estremecía entre las piedras duras de su vida. ¿Pero y la cabeza? ¿Dónde cayó la cabeza de esa ponzoñosa serpiente? Así solía llamarla el padre, ponzoñosa serpiente, por querer alcanzar el conocimiento de la manzana. Pobre esa serpiente, comió la manzana y perdió la cabeza… mi cabeza…

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    Acerca del autor: Ariel F. Cambronero Zumbado nació el 4 de setiembre de 1993 en Heredia, Costa Rica. Es estudiante de la carrera Literatura y lingüística con énfasis en español, en la Universidad Nacional. Tiene conocimiento del inglés, portugués, italiano y actualmente estudia alemán, latín y rumano. También pertenece al taller de poesía de la Universidad Nacional organizado por Meritxell Serrano Tristán. Ganó la convocatoria para que su poema La hipocresía se viste de política fuera parte de la edición de diciembre del 2014 de la revista literaria digital Factum. Además, ganó el segundo lugar del concurso de poesía elaborado por la Escuela de Bibliotecología de la Universidad Nacional con su poema Raíces genéticas. Aparte de poesía, escribe cuento y novela.