-La escritura es una experiencia siempre nueva al país interno, sus rasgos principales son de viajero buscando descubrirse, el de residente donde siempre he vivido y el de foráneo con una misión aún por completar. Escribir tiene un propósito: aprender a sentir y no solamente vivir y ya.
-El gobierno costarricense necesita entender que invertir en educación es la clave para un constante florecimiento de una sociedad más equilibrada y consciente de su eterno. El panorama literario latinoamericano es la nueva frontera.
Carlos Díaz Chavarría
CONAPE, Costa Rica
Fotografías: Daniel Ochoa
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Adrián Geovanny Cubero Jiménez es un incipiente escritor costarricense que nació en Heredia el 13 de diciembre de 1977. Se graduó en informática y, en la actualidad, cursa la carrera de Enseñanza y traducción del inglés. Sus pasatiempos son ir al cine (Sala Garbo), hacer ejercicio y leer. Le gusta la música clásica y el grunge, por ejemplo, Pearl Jam y Sound Garden. Escribe desde el 2005. Prensamérica Costa Rica se complace en dar a conocer un poco su vena literaria. ¡Que la disfruten!
En palabras del autor…
¿Nació Adrián Cubero escritor o se hizo escritor?… ¿O ambos?…
“Diría ambos, cuando comencé a escribir nací al mismo tiempo como escritor y me formé como una persona más consciente de mi entorno, aprendiendo a poner más atención de las pequeños detalles que ofrece el día a día y que muchas veces se pasan por alto, perdiéndose muchas veces de la materia prima de los impensables y posibles acontecimientos”.
¿Cómo podría percibir el Adrián Cubero – hombre al Adrián Cubero – escritor?, posibles diferencias, posibles similitudes, si las hay…
“Diferencias las hay eso es un hecho, como hombre, trabaja una realidad que tiene horarios con calles y avenidas, café y un reloj en la pared, donde se cuadran los minutos en un calendario trazado por un línea roja que avanza lentamente gastando los días en horas desmenuzadas en gente, voces, clases, familia y el clima. Mientras que el escritor es alguien que participa de los escenarios que imagina y donde todos son realizables todos ya fueron, son y serán construidos”.
Además explica: “Similitudes al hombre le gusta escuchar y comprender en tanto que el escritor al mismo tiempo que eso ocurre afuera, adentro reflexiona, visualiza, le da forma real cuando quizá no se vea aún, eso”.
¿Qué es la escritura en la vida de Adrián Cubero?… ¿Qué rasgos, qué esencia, posee la escritura de Adrián Cubero? ¿Cuáles son los propósitos de su escritura? ¿Posee determinado estilo literario? ¿Posee un determinado proceso creativo? ¿Qué inspira, qué motiva, a Adrián Cubero? ¿Alguna atmósfera que le sea idónea para escribir? ¿Posee algún ritual al momento de escribir?
“La escritura es una experiencia siempre nueva al país interno, sus rasgos principales son de viajero buscando descubrirse, el de residente donde siempre he vivido y el de foráneo con una misión aun por completar. Escribir tiene un propósito aprender a sentir y no solamente vivir y ya. Mi poesía es contemporánea de hombría e insoluble fuga de la historia”.
También comenta: “Como proceso creativo practico ponerle a ciertos lugares una música que los caracteriza y cuando quiera volver a esa atmósfera sabré donde ir para encontrarme con quien fui y con quien seré. La inspiración se comporta como un río en las diferentes estaciones del año. Me inspira el trabajo de la naturaleza como brota siempre nueva donde la muerte y la vida son el círculo sin tiempo donde me busco, por cierto. Rituales, diría tomar vino y observar lo que ocurre durante los días con mucha atención”.
¿Cuál fue su sensación al ver sus primeros trabajos poéticos publicados?
“Fue una realización más o menos lo que dijo Shakespeare: ‘Somos la materia de la que están hechos los sueños’”.
¿Qué significan los lectores para Adrián Cubero – escritor? Y Adrián Cubero como lector, ¿qué prefiere leer? ¿Autores preferidos?…
“Los lectores son importantes porque sacan sus conjeturas imaginan con lo que escribo su propio espacio y por último siempre tienen una mejor forma de cómo construirse ellos su propia versión de lo escrito, es muy interesante. Leo poesía de Pablo Neruda, Machado y Kahlil Gibran, y de otros autores como Calderón de la barca, Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Julio Cortázar, Carlos Castañeda, Hermann Hesse, Dan Brown, Goethe”.
¿Cuál es la realidad de la literatura en Costa Rica?, por ejemplo en cuanto a publicación, apoyo, difusión, la crítica, apoyo del gobierno… ¿Cómo percibe el panorama literario latinoamericano?
“Necesitamos leer más para sonar más y enfrentar el miedo de nosotros mismos a crear y creer en nosotros. la crítica es necesaria no es más que ayuda, una forma de ser empáticos. Nuestro país está creciendo y el esfuerzo de personas y grupos está creando artistas escritores, músicos creo que seguimos avanzando en la búsqueda de una mejor sociedad, conociéndonos, creciendo y enseñando a otros como una familia”.
Agrega: “El gobierno necesita entender que invertir en la gente de todas las edades y en educación es la clave para un constante florecimiento de una sociedad más equilibrada y consciente de su eterno. El panorama literario latinoamericano es la nueva frontera, no dudo que en todo el mundo hay producción a cada momento pero Latinoamérica por ser países con una visión de inclusión y apertura y riqueza los ojos del mundo están más atentos a el desarrollo de esta parte del mundo llena de trabajo, oportunidades, descrito en la literatura nuestra por supuesto”.
¿Considera usted que las redes sociales podrían ser un aliado en la difusión de las obras de los escritores? ¿Qué opina del libro digital?
“Las redes sociales son un fenómeno de la información rápida y muchas veces desinformada, controlada por las grandes cadenas de comida, noticias de entretenimiento, por ese motivo pienso que las redes sociales son un aliado para difundir también la cultura y las obras de los escritores”.
Añade: “El libro digital es una herramienta que dentro de unos años más, sabremos si logrará desbancar el romanticismo de poseer una biblioteca de libros con los que prácticamente se vive o la opción digital para los que no tienen mucho espacio en la sala”.
¿Cuál consejo les daría a los autores jóvenes que quieren abrirse paso en el mundo de la escritura?
“Escribir sale del corazón sin forzarlo, recomendación si lo siente hágalo es una decisión un estilo de vida es también hacer de la soledad una buena amiga”.
¿Cuáles son sus proyectos literarios?
“La publicación de un poemario en el 2015 y a largo plazo el proyecto de cuentos”.
La enigmática inspiración de Adrián Geovanny Cubero…
Canvas
Trae la luna en canvas
con dedos manchados y aliento a carbón,
la estación 86 espera, con las manos en las bolsas.
Viene con el temple de un animal de la calle
y las manos peleadas entre la gente, en la espalda, calles y avenidas llenas de señales que duelen.
Cae dormida con Armstrong
y su blues de ventanas abiertas y las cortinas de agosto abrazando
el vino que le suda esta noche,
como el aroma a oleo que inunda la casa.
Las paredes pintadas de azul
espantan sus antiguos miedos,
cuerpos guindan de la pared, planos y vivos,
como brujas se desdoblan
y se esconden en el carbón, desnudándose,
contra de la pared.
Luna de octubre
Haces que llueva la luz en pequeñas historias,
lejos tu voz habla las palabras de la oscuridad,
tan quietas, tan lejos, dibujan tu reflejo.
Tu gravedad de ojos cerrados,
desconocida como una calle sin nombre.
Estoy vivo en tu luz blanca, una copa más para
llamar la noche y sigo respirándote del otro lado
de la bóveda, pero antes de volver a ti,
tengo que continuar la historia.
Sólo quiero alguna vez
sin una esquina como escenario.
Sangre con olor a vino,
las filas maduran hasta probar la espera,
las gotas de sol se desplazan hasta la última copa
y ya estamos diciéndonos adiós.
La esencia sin fe es un sorbo seco,
formas que distorsionan a través del cristal
y que atrapan luces líquidas,
esas que solo brotan de sangre con olor a vino…
Una trova de abrazos y borrones
Un borrón que se vuelve a escribir renuncia a ser descubierto.
Lo escriben manos gastadas en grafito con ganas de comenzar,
se le olvida cómo volver del olor a papel viejo;
con su tacto recorre las líneas que se juntan.
Ellos son el lápiz y el tiempo en silencio
sin que nadie los vea,
son manchas de ahora y después, como un abrazo
marcado sin tinta escrito casi invisiblemente…
Solos en la cola de la ciudad,
sus ojos brillan en un letrero,
somos silencios, bañándose en la luna,
mirada de desconocidos,
que se vivieron en otros tiempos,
de vuelta al ruido del subterráneo
nos conocimos, sin maquillaje, sin rostro de baile y música,
intercambiados por abrigo y sombrero,
sus garras están cubiertas con guantes,
la máquina de acero cruje sus frenos,
la pregunta está en mis ojos
se cierran las puertas del tren
y sola está en la estación,
rasguña mi pregunta al viento
diciendo adiós.
Ámsterdam, enfermedad de instintos
e imaginación que muda la curiosidad
con caderas y pechos,
en la garganta de la esquina
ella observa cada forma posible
y le roba la piel al sol. Anaranjado rubor del cielo
acostándose con las ganas y sus miedos…
Luna de octubre
Haces que llueva la luz en pequeñas historias,
lejos tu voz habla las palabras de la oscuridad,
tan quietas, tan lejos, dibujan tu reflejo.
Tu gravedad de ojos cerrados,
desconocida como una calle sin nombre.
Estoy vivo en tu luz blanca
una copa más para llamar la noche
y sigo respirándote del otro lado de la bóveda
pero antes de volver a ti, tengo que continuar la historia.
Solo quiero alguna vez
sin una esquina como escenario
que volvieras a brindar conmigo
torpemente
como si estuvieras en verdad deseándome.
Usualmente no pienso por mí mismo,
pero hoy
decidí que podía recuperarte.
La adivinadora
Lee líneas en la frente
destapa mi cuello como el vino
y sabe a madera.
Escribo sin papel
lágrimas sin sabor como borrones.
Gatos
Solos en la cola de la ciudad,
sus ojos brillan en un letrero,
somos silencios, bañándose en la luna,
mirada de desconocidos, que se vivieron en otros tiempos,
de vuelta al ruido del subterráneo
nos conocimos, sin maquillaje,
sin rostro de baile y música,
intercambiados por abrigo y sombrero,
sus garras están cubiertas con guantes,
la máquina de acero cruje sus frenos,
la pregunta está en mis ojos
se cierran las puertas del tren
y sola está en la estación,
rasguña mi pregunta al viento
diciendo adiós.
Ámsterdam,
enfermedad de instintos e imaginación
que muda la curiosidad con caderas y pechos,
en la garganta de la esquina
ella observa cada forma posible
y le roba la piel al sol.
Anaranjado rubor del cielo
acostándose con las ganas y sus miedos…
Nueve y medio
En medio del pie, un dedo más corto que los demás
me hizo andar diferente,
pisando el mar me deslicé con los ojos cerrados,
alguna vez.
Aprendí a dar pasos atados en un mundo que pareció plano,
me abracé las piernas de cada día,
para que no doliera la derrota.
Aprendí a equilibrar el dolor a la orilla de la acera,
brincándome las burlas
que resbalaron torpes de tanto correr.
Crecimos cansados para enderezar el tiempo,
sintiendo más el camino.
sin saber a dónde vamos todavía, tan solo ser.