Por: Luis Ignacio Lujano Rivera.
Columna: Termómetro Político
Ante la presencia en México de los fenómenos hidrometeorológicos “Ingrid” y “Manuel”, la naturaleza vuelve a decir háganme caso, el cambio climático es toda una realidad en el mundo.
Las autoridades de México han mencionado que nos encontramos en una situación crítica que no se presentaba en México desde los años 50’s, ya que en esta ocasión se hicieron presentes, ambos fenómenos, tanto en el Golfo de México, como en el Océano Pacífico.
Hoy el panorama es devastador, ante las inundaciones y los deslaves que las aguas han provocado; tal es el caso de Acapulco, Guerrero, donde el aeropuerto fue cerrado por no existir condiciones para operar las aeronaves y los que visitaron el puerto en este puente largo de vacaciones, estarán incomunicados por un tiempo, ya que tanto la autopista del Sol, como la carretera libre están bloqueadas.
El Secretario de Gobernación, Osorio Chong afirmó que sólo tres entidades federativas están exentos de los efectos de “Ingrid” y “Manuel” y desplazó a todo el Gabinete a provincia; destacándose los amplios daños en Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Tabasco; Tamaulipas y Veracruz.
Tan sólo en esta última entidad, ya se ha presentado la pérdida de vidas humanas y seguirá siendo castigada por los fenómenos meteorológicos, ya que no sólo arrastra lluvias de las últimas semanas, sino que cuando en el centro del país deje de llover, tres días después, aun podría seguir reportando inundaciones, puesto que corren en sus territorios hacia el mar, 14 ríos de los que existen en México.
Las cosechas se verán muy mermadas y siendo un Estado donde está la mayoría de los ingenios mexicanos, se presume que habrá miles de cañeros afectados, con necesidad de apoyos financieros y el precio del azúcar se irá a las nubes.
Cada vez que la naturaleza habla así, me hace recordar la propuesta que he hecho hace años, para que las autoridades asignen reservas territoriales para damnificados ambientales; pues llegará el momento en que los afectados, ya no podrán retornar a donde vivan, pues el agua se apoderará de sus lugares.
No olvidemos que cuando llueve en exceso, a los pocos días, las autoridades de la CONAGUA abren las presas para evitar que se rompan y eso, generalmente provoca mayores inundaciones. Es la hora de que las autoridades alerten a quienes viven río abajo…