Por Alejandro López López / @NuevoSigloOax
Una de las tareas fundamentales del Instituto Nacional de Antología e Historia (INAH)es la conservación del patrimonio cultural tangible o intangible de los Estados Unidos Mexicanos, dicha labor se sustenta en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas de la cual se desprende el Reglamento de Monumentos Históricos.
Sin embargo el trabajo del INAH en el estado de Oaxaca encabezado por el Antropólogo, Joel Omar Vásquez Herrera, entonces delegado federal y recién nombrado Coordinador Nacional de centros INAH ha dejado mucho que desear ya que no tuvo buen manejo del personal tanto de base como de estructura, ni en la conservación de los monumentos históricos. Ambos temas se detonan en el Municipio de Sato Domingo Yanhuitlán, Nochixtlán, Oaxaca, en donde se ubica el ex convento de Santo Domingo datado en el siglo XVI.
El ex convento de Santo Domingo en Yanhuitlán es de gran valor estético e histórico, ya que fue de los primeros monasterios edificado por la orden Dominica durante 1550, cuenta con iglesia y monasterio, de estilo barroco y plateresco, su altura es única en Latinoamérica, además fue restaurado en su totalidad en fechas recientes. Al acudir como visitante al recinto accedes por un portón de madera, allí se encuentran algunas personas cuyo trabajo es vigilar que se cumplan los reglamentos de acceso tales como no introducir alimentos, bebidas o mascotas, además de pagar la cuota de entrada.
Hasta aquí todo fluye con normalidad, pero es de extrañarse ver en redes sociales como Facebook la organización de ciertas fiestas al interior del inmueble por parte de los trabajadores de base o confianza del instituto, señalando a la actual encargada del monumento la Arqueóloga, Olga Isabel Arroyo Utrera y a la responsable del Archivo de la actual CDI la Arqueóloga, Érica Córdoba, asimismo, al deambular por el atrio del lugar pudimos observar la construcción de una unidad habitacional establecida en el lado sur, en entrevista con los pobladores señalan que jamás se realizó trabajo alguno por parte de arqueólogos, tampoco el municipio realizo algún cambio en la construcción.
Dicha casa sobre pasa los niveles del muro del ex convento lo que aparecer de un inexperto daña la hermosa vista panorámica del inmueble, los dueños del predio colocaron todo el material de desecho sobre los restos del acueducto colonial y aun así nadie ha hecho nada. Para ambos casos nos referiremos a la ley federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, los cuales en su apartado 6, 42 y 43 señalan. 6. Los propietarios de bienes inmuebles declarados monumentos históricos o artísticos deberán y, en su caso, restaurarlos en los términos del artículo siguiente, previa autorización del instituto correspondiente.
Los propietarios de bienes muebles colindantes a un monumento, que pretendan realizar obras de excavación, cimentación, demolición o construcción, que puedan afectar las características de los monumentos históricos o artísticos, deberán obtener el permiso del Instituto correspondiente, que se expedirá una vez satisfechos los requisitos que se exijan en el reglamento. 42. En la zona de monumentos y en el interior y exterior de
estos, todo anuncio, aviso, carteles, las cocheras, sitios de vehículos, expendios de gasolina o lubricantes, los postes o hilos telegráficos o telefónicos, transformadores y conductores de energía eléctrica e instalaciones de alumbrados, así como los kioscos, templetes, puestos o cualquiera otras construcciones permanentes o provisionales, se sujetaran a las disposiciones que al respecto fije esta ley y su Reglamento. 43. En las zonas de monumentos, los institutos competentes autorizaran previamente la realización de obras, aplicando en lo conducente las disposiciones del capítulo I.
Por ello hacemos un exhorto a nuestro actual presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador a tomar cartas en el asunto ya que la ratificación del actual titular del INAH Diego Prieto Hernández por parte de la Secretaria de Cultura, Alejandra Fausto deja mucho que desear, colocando a sus amigos sin experiencia a cargo de los centros INAH de la nación, mismos que para que su jefe no tenga problemas evitan cumplir la ley, tal es el caso de Yanhuitlan, Coixtlahuaca y otros centros que solo sirven para fiestas de los empleados sin cumplir con la ley ni reglamentos.