Por Christian González Murillo
En los últimos años y al inicio de cada administración gubernamental he escuchado decir a los políticos que trabajarán de la mano con la gente con mira a que en las próximas se dé continuidad al proyecto, es decir, desde el inicio de su administración están pensando en las siguientes campañas electorales –bueno, sólo algunos lo hacen de verdad, a otros ni si quiera les interesa destruir su carrera política antes de empezarla-, uno pensaría que con este objetivo todos los gobernantes harían su mayor esfuerzo por estar en la simpatía de los ciudadanos y así conseguir que su partido político tuviera continuidad en su municipio, estado o incluso en el país, pero ¿qué es lo que sucede en realidad?
Tristemente nos han dejado ver que esa no es la línea a seguir, sino por el contrario, lo importante es menospreciar, criticar y reducir los votos de los partidos opositores en lugar de incrementar los propios.
Luctuosamente el movimiento magisterial que me recuerda a los inicios del siglo XX previo a la creación de los sindicatos se ha dejado ver como un movimiento político, haciendo a un lado la lucha en contra de la reforma educativa, pero ¿cómo sucedió esto o cómo lo podemos observar?
El movimiento que se inició con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que ha dejado mucho que desear en los últimos años con sus manifestaciones y movimientos que han involucrado violencia, iniciaron con una lucha que de alguna forma se podría sustentar, ya que las ideologías estaba o parecían estar en desacuerdo sólo con la reforma educativa, con lo cual empezaron a ganar adeptos, pero aún así sigue siendo un movimiento con poca simpatía entre los ciudadanos, basta con observar la encuesta publicada por Ulises Beltran donde el 56% declara estar de acuerdo con el cese o baja de los maestros que dejen de dar clases para acudir a marchas o plantones, además de que el 69% está de acuerdo en el cese o baja de los maestros que se nieguen a ser evaluados.
Tomando en cuenta esta encuesta podemos observar que el movimiento de la CNTE no cuenta con muchos simpatizantes entre los ciudadanos, pero si esto es así, cómo es que en estados como Nuevo León, Puebla, Chihuahua, Coahuila, Hidalgo, Morelos, Tamaulipas, Aguascalientes, Tlaxcala, Chiapas, Guerrero, Yucatán y por obvias razones Oaxaca realizaron marchas y plantones, ¿cómo logró la CNTE tener apoyo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)?
Cabe destacar que más de la mitad de los estados anteriormente mencionados tienen escasa o nula presencia de la CNTE, por lo cual las movilizaciones fueron protagonizadas, en su mayoría, por maestros del SNTE con el “pretexto” de revocar la reforma educativa. Entre estos movimientos destaca el realizado en Nuevo León, donde los maestros de la SNTE realizaron una marcha en la que se podía escuchar, entre muchas otras cosas, “Bronco traidor engañaste al profesor” y “Oaxaca aguanta Nuevo León se levanta”.
No es casualidad que los gritos en las marchas sobre todo apoyen a Oaxaca cuando existen presuntos videos de supuestos “maestros” procedentes de Oaxaca llegando en autobús de línea, horas antes de los desmanes, y luego aparecen encabezando el movimiento.
Pero el problema por el momento no es los desmanes que se han ocasionado, los llamados infiltrados en los movimientos, las malas respuestas de las autoridades policiacas, acompañados de destrucción, disparos, heridos e incluso muertos, todo ello al parecer es una consecuencia de un movimiento político que se deja ver con una ideología parecida a los grupos que llegaron al poder en países como Venezuela, Argentina, Bolivia y Ecuador. Sólo basta decir que ahora Andrés Manuel López Obrador ha mostrado apoyo al magisterio, realizando marchas encabezadas por él mismo; dichas marchas involucraron gente de su partido político Morena, pero también integrantes de la CNTE.
No es casualidad que los movimientos estén en contra y acometiendo al actual Secretario de Educación Pública de México, Aurelio Nuño Mayer, quien AMLO anteriormente había mencionado que era el delfín de Peña Nieto, el conocido como “joven maravilla” del PRI – hasta antes de los sucedido en Nochixtlán, Oaxaca- un candidato fuerte para la representar al PRI en las próximas elecciones de 2018.
El trasfondo político del movimiento magisterial que se ha inclinado a “tirar” la carrera político-electoral de Aurelio Nuño, debilitar aún más al PRI después de una elección que lo dejo con los peores números de su historia, con sólo 15 gubernaturas y a un año de la contienda por la gubernatura más importante en la carrera por la presidencia, la elección del Estado de México.
El tridente Morena-CNTE-AMLO parece tomar fuerza y empezar a salirse de control para el partido en el poder, con lo que le podría dar un susto al PRI, sin importar que sea mediante votos o mediante “armas” y movimientos sociales.
¿Qué hará el magisterio, decidirán luchar en contra de la reforma educativa o se inclinarán por un movimiento político con miras a las próximas elecciones? Parece que la guerra sucia ha iniciado previo a 2 años de elecciones que marcarán el rumbo político de México, veremos qué sucede en la contienda electoral que seguramente estará encabezada por tres fuerzas; el PRI, el tridente de Morena-CNTE-AMLO y la polémica alianza PAN-PRD.
Recuerden que yo soy un simple PREGUNTÓN con muchas dudas y en la búsqueda de la respuesta se me ocurren algunas cosas que simplemente digo, pero tú eres el que tiene la última opinión, por ello es que te invito a respetar tu Libertad de Expresión. Hasta la próxima…
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