Por: Lidia Rita Bonilla Delgado
URBE INDUSTRIAL.- Ventila Pedro Zaleta Alonso, secretario del Ayuntamiento altamirense, que tiene una demanda laboral en contra del gobierno municipal interpuesta desde que fuera funcionario en cargo similar del Ayuntamiento por seis meses durante la administración 2002-2004, presidida por el ex alcalde Juan Genaro de la Portilla Narváez.
“Cuando fui secretario con el ex presidente Genaro interpuse una demanda el proceso debe andar por ahí, está detenido por el momento si me instruye el presidente que haga convenio tal vez, pero no se haría válido el derecho de salarios caídos”, dijo la prensa tras participar en la novena sesión de cabildo.
En entrevista se cuestionaba al funcionario sobre la situación legal del Ayuntamiento ante el nombramiento de 16 apoderados jurídicos, informando que son 170 las demandas heredadas de administraciones anteriores de las cuales un 70 por ciento son de la recién terminada y ocho presentadas en la presente gestión, comentó.
“En un acto de buena fe podría pedirse en virtud de que actualmente se está en funciones, aun cuando jurídicamente seria la renuncia a derechos anteriores, también es posible que se firme un convenio para que el tiempo que se está en la función pública no genere ninguna erogación para el municipio por el tiempo que se está”, aludiendo a funcionarios que tenían demanda contra el gobierno de Altamira.
Sorprendiendo con su declaración inmediata al señalar que era uno de los dos funcionarios de primer nivel que tiene demandando al Ayuntamiento. “El de la voz, soy yo”, lo que desprendió una serie de cuestionamientos sobre el procedimiento que podría seguirse.
“Cuando yo fui secretario del Ayuntamiento en alguna ocasión, si, demande a la administración de Genaro de la Portilla, por ahí debe estar”
Aseguro que el procedimiento está detenido, que no lo va a seguir, acotando “Si a mí me instruye el Presidente que me desista, me desisto con todo gusto”, argumentando una gran lealtad al alcalde..
El abogado fue secretario del Ayuntamiento durante la gestión 2002-2004, cargo en el que se desempeño solamente seis meses, siendo dado de baja según argumenta injustificadamente.
Aunque la versión que se corrió en su momento, el despido obedeció a una riña nocturna entre el nuevamente secretario municipal y el entonces tesorero municipal y posterior alcalde Juvenal Hernández Llanos.
El pago que podría recibir Zaleta Alonso por concepto de salarios caídos de llegar a una negociación con la administración en este momento podría ser hasta de 10 millones de pesos.