Ciudad de México, 21 de noviembre de 2021.- Alrededor de 100 personas refugiadas y solicitantes de asilo podrán acceder a oportunidades de educación superior en México, derivado del Convenio de Colaboración y de Concertación de Acciones que se firmó hoy entre la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la asociación civil Dialogo Intercultural de México Activo (DIMA), en el marco de los compromisos asumidos en el Foro Mundial sobre los Refugiados (FMR) de 2019.
El FMR se convocó en 2019 en solidaridad con las personas refugiadas y los países y comunidades de acogida, y resultó en más de 200 compromisos específicos para la educación, uno de ellos, crear una vía complementaria a México para otorgar a personas refugiadas y solicitantes de la condición de refugiado una estadía legal en un tercer país que satisficiera sus necesidades de protección internacional a través de oportunidades educativas.
Proyecto Habesha, uno de los principales proyectos de DIMA, nació en 2015 para hacer posible que jóvenes originarios de Siria continuaran su educación superior en México. La firma del Convenio marca una nueva época para el programa, que ahora permitirá que tanto personas refugiadas reconocidas en un tercer país, como solicitantes de la condición de refugiado, puedan viajar a México para estudiar. Se trata del primer programa de vías complementarias para el acceso a la educación terciaria en América Latina.
“El convenio que se firma hoy es un magnífico ejemplo de cómo el Pacto Global sobre los Refugiados se puede realizar en el contexto mexicano y ser modelo para otros países”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. Añadió que es un gesto importante de responsabilidad compartida y una oportunidad fantástica para que estas personas puedan desarrollar sus talentos y continuar su educación en México.
Las personas refugiadas y solicitantes de asilo enfrentan múltiples obstáculos legales, administrativos y prácticos para acceder a vías complementarias; entre ellos, criterios de admisibilidad, requisitos financieros y de documentación, así como dificultades para acceder a embajadas, obtener permisos de salida o encontrar información. Otro desafío a nivel global es la falta coordinación entre las partes interesadas, o bien, que la vía no ofrece salvaguardas suficientes para satisfacer las necesidades específicas de protección de las personas refugiadas. El diseño del programa con Proyecto Habesha, COMAR, SRE y el ACNUR supera muchos de estos obstáculos.
Cada actor tiene un rol clave dentro de la vía complementaria, desde la entrevista y la identificación y/o confirmación de las necesidades de protección internacional del estudiante, hasta el proceso de selección y la organización de la expedición de visas y logística de viaje previa a la llegada a México.
El programa no tiene limitaciones geográficas y de nacionalidad, gracias a la colaboración con el ACNUR en México y en el primer país de asilo, así como con la SRE para establecer nuevas cooperaciones con las embajadas de México en el exterior. Una vez en México, los estudiantes, si así lo desean, podrá solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado y tramitar su residencia permanente.
El conocimiento previo de español no es un requisito para ingresar al programa, ya que, en preparación para ingresar a una universidad mexicana, las y los estudiantes tomarán un curso intensivo de español brindado por Proyecto Habesha en Aguascalientes durante el primer año.
Actualmente, 5% de las personas refugiadas en el mundo tienen acceso a la educación superior, muy por debajo del promedio mundial de matriculación de personas que no son refugiadas, que se sitúa en 39%. El convenio contribuye al objetivo global del ACNUR de aumentar el acceso a la educación superior para los jóvenes refugiados en 15% para 2030.