¿POR QUIEN DARÍA LA VIDA?
Por Alejandro Ruíz Robles
NO HAY VIDAS COMPLICADAS, SÓLO PERSONAS QUE SE COMPLICAN LA VIDA.
Si hay algo que nos conmueve y lleva a la máxima tristeza es ver o conocer de personas que han dado su vida por otros en circunstancias extremas.
Todos queremos de alguna manera ser protagonistas de actos heroicos en nuestras vidas y pretendemos que ellos, no sólo nos liberen de cualquier error cometido, sino que generen un recuerdo grato en las personas que nos rodean.
De tal manera que cuando presenciamos tales eventos, no sólo inundamos el lugar en que estemos con nuestras lágrimas, sino lo llenamos de melancolía y pañuelos desechables.
Sin duda es un momento inspirador, pero … ¿cuál es la razón para esperar a actuar en momentos extremos si tenemos una vida llena de oportunidades para convertirlas en extraordinarias?
LA VIDA ES UNA SONRISA … ¡APRENDAMOS A COMPARTIRLA!
Platicando con amigos, hemos coincidido que los momentos más hermosos que tenemos en nuestras vidas son aquellos que nos han llevado a una felicidad plena.
Sin duda que motivos o pretextos puede haber muchos, pero sabemos que compartiéndolos rompemos cálculos aritméticos y los convertimos en fórmulas exponenciales; la risa de dos personas sin duda puede llevar a contagiar a una comunidad.
Y es ahí que confirmamos que los verdaderos momentos heroicos son aquellos que transforman lo mundano en especial, lo cotidiano en alegría y lo sencillo en plenitud.
PIERDE EL MIEDO PARA QUE NO PIERDAS OPORTUNIDADES.
Encontrar excusas para evitar ser felices es un hábito en estos tiempos; de hecho, es sorprendente ver como buscamos justificaciones en vez de júbilo para acompañar cada momento.
Conforme crecemos y con esa supuesta “madurez” que a todos nos llega, descubrimos que lo común es hablar de la felicidad sin pretender llegar a ella, emocionarnos con el sentimiento sin buscar amarnos y de manera increíble, olvidarnos que lo único que está en nuestras manos es el hoy.
En ese contexto, damos por hecho que la vida es para siempre y no nos preparamos para disfrutar de ella a cada momento.
Es decir, llegamos al absurdo de hablar, pensar o planear el futuro sin concretar nada y con ello, lo único que logramos es distraemos de nuestra actualidad, dando como resultado que no vivimos nuestro presente.
TODO ES MUY DIFÍCIL ANTES DE SER FÁCIL.
Es común encontrar héroes en la literatura, desde los griegos hasta las actuales novelas gráficas y representaciones en los medios; lastimosamente, esto no es igual al hablar de gente plena.
Todos pretendemos la felicidad, pero cada vez hacemos menos por ella, al grado que a veces se nos olvida lo que realmente significa el serlo.
Y es curioso, pero siempre que preguntamos sobre nuestro estado anímico o emocional, por vanidad decimos que las alegrías plenas forman una constante de nuestra vida … ¡aunque actuemos contrariamente a ello!
Ni hablar cuando nos empeñamos a generar esa satisfacción en otros, siendo que no la tenemos en nosotros y como principio de congruencia … ¡nadie da lo que no tiene!
SIEMPRE HABRÁ ALGUIEN QUE DUDE DE TI, SOLO ASEGÚRATE QUE ESA PERSONA NO ERES TÚ.
La vida como la mayoría de las cosas viene sin manuales, aprendamos de cada enseñanza, captemos cada detalle, valoremos lo que tenemos … y lo más relevante … ¡demos la importancia que merece a cada cosa!
Si quieres hacer algo por alguien … ¡la mejor idea es empezar por ti!
Renunciar a lo poco o mucho que se tiene por alguien o por un sueño puede tener un mérito impresionante, pero piensa si realmente vale la pena hacerlo; atendiendo a la máxima que la vida es sólo una.
Tan sólo piensa que por algo estás en este mundo y seguramente es algo trascendente; entiende la razón de tu existencia y date suficientes motivos para sentirte orgulloso de tu actuar.
La plenitud con que llenes cada momento de tu día a día, te dará elementos que compartir y en ti, estará la posibilidad de crear la fortuna de con quien compartirlos.
¡Está de más pretender llenar el mundo de varitas mágicas si lo que realmente hechiza es una sonrisa natural, plena y espontánea en compañía de quien nos importa!
CUANDO SIENTAS QUE VAS A RENDIRTE, PIENSA EN POR QUÉ EMPEZASTE.
Cada uno de nosotros tiene cualidades y defectos distintos, siempre valdrá la pena fortalecer los primeros y minimizar los segundos; en la medida que lo hagamos tendremos la oportunidad de ser mejores personas.
Es válido dudar o caer en la tentación del error; lo que no es comprensible es mantenernos en ello si tenemos todo para aprender, levantarnos y salir de esa situación.
Nadie, pero nadie, ya sea divino o humano, ha estado exento de cometer errores en su andar; lo que diferencia a unos de otros es lo que hacen por evitarlo y de caer en él, el carácter para vivir con ello y superarlo.
Siempre tendremos la oportunidad de mostrar nuestra luz interna y enseñar a otros que la penumbra no es un ambiente adecuado para crecer; ya que quien se desarrolla en la oscuridad, difícilmente alcanzará a apreciar el valor de la luz.
LOS LÍMITES SOLO SE ENCUENTRAN EN TU PROPIA MENTE.
Si cada uno de nosotros tiene la posibilidad de hacer y dar lo mejor de sí a cada momento; no hagamos de la mediocridad parte de nuestra rutina.
De más está en pretender realizar acciones de “película” si basta con darnos cuenta de que la farsa es un género que asumimos ante la falta de razones, acciones y compromisos.
Sin duda alguna, es sano evitar riesgos que en nada contribuyen a construir o fortalecer nuestro camino; por tal motivo, pretender honrar con nuestra vida la de otros es un absurdo, toda vez que ni siquiera la dedicamos a nosotros.
Si hay héroes en nuestra vida que dan su vida por nosotros sin duda alguna volteamos a ver a nuestros padres; sin embargo, ellos no entenderían que lo que tanto trabajo les ha costado al darnos vida, valores y formación, pretendamos ofrendarlo por algo que no corresponde a nuestros metas y valores.
Es válido tener ideas románticas de sacrificio, pero lo es más, el ajustarnos a nuestra realidad y entender que somos seres humanos en construcción de un futuro basado en nuestro presente y no en motivos sin fundamento.
TÚ FUTURO DEPENDE DE LO QUE HAGAS HOY … ¡NO MAÑANA!
Esta vida es más de edificarla con base a tus valores, esfuerzos y sueños y no en función a modas, ficciones o ilusiones.
Sé tú por ti y para ti y valora quien eres y lo que ha costado que llegues a ser esa persona.
Deja al mundo imaginario el sacrificio de la vida y concéntrate tú en alcanzar tus objetivos de acuerdo con los valores que te han mostrado, los esfuerzos que has hecho y los sueños que has forjado.
Olvídate de destinar tu vida a alguien o algo que no seas tú … ¡Invierte en ti y para ti!
De otra manera, mientras tú hagas lo que esperan de ti y llenes sus expectativas piensa … ¿quién hará lo que tú necesitas para ser una mejor persona y profesional?
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