EL PRESENTE.
La suma de todas las acciones, experiencias y circunstancias que hemos vivido dan como resultado nuestro presente. De tal manera que la lógica de las acciones y su congruencia arrojan lo que tienes ahora.
En este entendido, la suma de hechos positivos en tu vida, de elecciones adecuadas y esfuerzos encaminados a tu bienestar darán como resultado una vida acorde a tus principios y logros.
Pretender que, por arte de magia, la vida transforme lo que no has hecho o no has vivido en una realidad distinta a tus acciones, es vivir una ilusión.
Si bien esto es fácil de entender, ¿a cuántas personas conocemos que viven una realidad “alternativa” y conjugan el “si hubiera” como un pensamiento mágico”?
Es decir, “Si hubiera hecho …” o “Si no hubiera sido por …” tendría esto y lo peor es que pese a que esto no sucedió, asumen que si lo es. De repente, esa ficción llega a determinar su actuar y con ello, vienen consecuencias que en nada corresponden a su realidad.
La mayoría de estas personas al percatarse de ello, asumen una frustración y envidia hacia otras personas que si han logrado en alguna manera acercarse a esa realidad ideal. Y tristemente, el resentimiento de quien no logra sus metas o vive con sus frustraciones a menudo contamina a la gente a su alrededor y lo hace tóxico para quien si se esfuerza en transformar su entorno.
“SI MI ABUELA TUVIERA RUEDAS … ¡SERÍA BICICLETA!”
Y obviamente … ¡esto no es! Tan insólita es esta realidad “alternativa” que no debemos ni siquiera considerarla una opción … ¡Hagamos lo posible con lo que somos y tenemos!
Es válido tener sueños e ilusiones, pero es cruel cuando vivimos de ellas y las damos por hecho. ¡Ubiquemos nuestro lugar en nuestra realidad y trabajemos por transformarla!
Soñar es un aliciente para crear, buscar y consolidar nuestras metas, pero siempre atendiendo a que llegar a ellas implica un esfuerzo.
¡AQUÍ, AHORA!
Hoy estamos en un mundo distinto del que fue hace tan sólo unos meses. La realidad a la que estuvimos acostumbrados cambió y con ello, todos fuimos sorprendidos. En la medida que más rápido nos adaptemos y continuemos con nuestro camino, seguramente daremos motivos a que los que están en nuestro entorno, sigan nuestro ejemplo.
Romper con los pretextos, los “si hubiera” y evitar las justificaciones nos darán bases objetivas para analizar las posibilidades reales y encontrar opciones en nuestro desarrollo. El peso de las cadenas con lo negativo estará en función de lo que nosotros así lo demos.
El tiempo que nos ha dado este cambio brusco para reflexionar sobre quienes somos, a donde vamos y con que contamos seguramente nos llevará a transformar de manera positiva nuestra realidad.
Mientras más críticos seamos para analizar nuestra realidad, tendremos mayor certidumbre para encontrar opciones viables y afrontar la misma. Toma de cada momento las enseñanzas de la vida y llegará la oportunidad para que con los apuntes que hayas acumulado, encuentres las respuestas a las evaluaciones que se te presenten.
El hecho de tener opciones nos da libertad de elegir y vivir la que escojamos. Dejarnos llevar por la vida nos hace presa de la incertidumbre.
Si bien la vida nos sorprende, también nosotros podemos sorprenderla al adaptarnos a los cambios a la brevedad, elegir las acciones a seguir y lo más importante, sin perder nuestra individualidad ante las circunstancias.
Nunca como ahora es válido también pensar sobre la persona que queremos ser en este contexto. Ante el cambio de circunstancias también tenemos no sólo acciones que plantear sino también pretender mejorar la persona que somos.
Si tenemos esta actitud, seguramente será fácil reinventarnos; cuestionarnos sobre la manera en que podemos ser mejores personas para nosotros y para la gente que nos importa; y con ello, mejorar al profesional con el que generamos riqueza.
Partir de una actitud de mejora continua en nuestra persona, nos dará elementos para hacer más accesible cualquier transformación que se requiera.
Y AHORA … ¿QUÉ?
El pasado es un hecho y el futuro una esperanza; lo único que tienes cierto es el presente y en la medida que te hayas preparado para él, sin duda tendrás mayor oportunidad de alcanzar los resultados deseados.
La responsabilidad que asumes al saberte dueño de ti es tan grande como tu libertad de elegir que camino tomar. Cada vez que dejas los aspectos distractores de tu objetivo, das un paso más para alcanzar tus propósitos.
El éxito de una persona no radica en alcanzar las metas que le brinda el mundo; sino en tener la convicción para superar sus distractores con base a sus valores, conocimientos y experiencias y lograr las metas que ha elegido.
La vida nos ha sorprendido de más en esta temporada, pero está en cada uno de nosotros reflexionar sobre la vida y reinventarnos … ¡APRENDE A SER EL DUEÑO DE TU PROPIO DESTINO!
A partir de que domines tu libertad de elegir y asumas la responsabilidad de vivir tu vida, sabrás que no hay lugar a las justificaciones. El “si hubiera” no existirá en tu vocabulario.
Olvida las realidades “alternativas” … ¡Tienes todo lo que requieres para elegir la persona que quieres ser! … ¡SÓLO HÁZLO POR TI! … ¡LO MERECES!