“Inaceptable”: experta de la ONU insta a mejorar la protección de las personas mayores que enfrentan el mayor riesgo de la pandemia del COVID-19

GINEBRA (27 de marzo de 2020) – La sociedad tiene el deber de ser solidaria y proteger mejor a las personas de edad, quienes afrontan el mayor riesgo de la pandemia del COVID-19, dijo una experta en derechos humanos de la ONU.
 
“Son alarmantes los informes de personas mayores abandonadas en hogares de cuidado o de cuerpos de personas fallecidas encontrados en residencias de personas de edad. Esto es inaceptable”, dijo Rosa Kornfeld-Matte, experta independiente de la ONU sobre el disfrute de todos los derechos humanos por parte de las personas mayores. “Todas y todos tenemos la obligación de ser solidarios y proteger a las personas mayores de tal daño”.
 
Las personas mayores no solo enfrentan un riesgo desproporcionado de muerte, sino que además se ven amenazadas por el COVID-19 debido a sus necesidades de apoyo o porque viven en entornos de alto riesgo como las instituciones, dijo la experta.
 
Kornfeld-Matte expresó preocupaciones específicas por las personas mayores con afecciones de salud subyacentes y quienes ya están socialmente excluidas, que viven en condiciones de pobreza, que tienen acceso limitado a servicios de salud o que viven en espacios confinados, como prisiones y residencias.
 
“Esta exclusión social se ve exacerbada por las medidas de distanciamiento social, como el negar visitas en hogares de cuidado. El distanciamiento social no debe convertirse en exclusión social”, dijo la experta.
 
“La distancia física es crucial, pero se deben encontrar formas creativas y seguras para aumentar las relaciones sociales.  Se deben facilitar formas para que las personas mayores puedan mantener comunicación en línea, incluidas quienes se encuentran en residencias y áreas remotas”, instó.
 
La experta independiente señaló que las personas mayores ya afrontan una discriminación particular por motivos de edad y, por lo tanto, requieren protección específica de sus derechos. Destacó la necesidad urgente de un enfoque de derechos humanos integral para las personas mayores, que garantice la realización equitativa de todos sus derechos, incluido el acceso a la atención médica.
 
“Me preocupa profundamente que las decisiones sobre la asignación de recursos médicos escasos, como los ventiladores en las unidades de cuidados intensivos, puedan ser tomadas únicamente en función de la edad, negando a las personas mayores su derecho a la salud y la vida en igualdad de condiciones con las demás personas”.
 
“Deben desarrollarse y seguirse protocolos de clasificación para garantizar que tales decisiones se tomen en función de las necesidades médicas, la mejor evidencia científica disponible y no por criterios no médicos como edad o condición de discapacidad”.
 
“Las personas mayores se han vuelto muy visibles en el brote del COVID 19, pero sus voces, opiniones y preocupaciones no han sido escuchadas. Por el contrario, la discriminación por motivos de edad -profundamente arraigada en nuestras sociedades- se ha vuelto aún más evidente. Lo hemos visto en el uso de un lenguaje cruel y deshumanizante en las redes sociales y en el énfasis exclusivo en la vulnerabilidad de las personas mayores, ignorando su autonomía”, dijo Kornfeld-Matte.
 
Finalmente, la experta pidió a todos los actores interesados a asegurar que los servicios de apoyo esenciales en el hogar y en las comunidades puedan continuar sin poner en riesgo a las personas mayores y a sus proveedores de atención. “Las comunidades y las generaciones deben unirse para superar esta crisis en solidaridad”, concluyó la experta de la ONU.

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