29 de noviembre de 2019.- La Agencia de la ONU para los Refugiados en México, ACNUR, y Proyecto Habesha fortalecieron su colaboración para ampliar el acceso a la educación superior a jóvenes refugiadas y refugiadas en México.
Proyecto Habesha, que nació para hacer posible que jóvenes originarios de Siria continuaran su educación superior en México, ha decidido ampliar su esquema de atención para incluir a jóvenes que ya se encuentran como refugiados en México, procedentes de países centro y sudamericanos -principalmente- que llegan a México huyendo de situaciones de violencia y de persecución, para que, al igual que los estudiantes sirios, puedan cursar la universidad, bajo la iniciativa “Habesha Américas”.
El ACNUR mantiene un programa de integración de personas refugiadas en México, que incluye apoyos para la educación universitaria, en distintas localidades del norte y centro del país, donde existen ambientes propicios para que los jóvenes refugiados puedan cursar su educación media superior y superior, y tener mayores oportunidades para insertarse en el mercado laboral y contribuir a la sociedad mexicana.
Con esta nueva colaboración, las y los jóvenes refugiados podrán acceder a una beca universitaria gestionada a través de Habesha Américas para poder estudiar en diferentes universidades del país, así como contar con el apoyo del ACNUR para cubrir sus traslados y sus gastos de manutención.
“Habesha Américas busca responder a las necesidades de educación superior de las personas refugiadas en México. Estoy convencido de que en este país tenemos suficientes elementos para dar una respuesta ejemplar en esta materia”, aseguró Adrián Meléndez, director y fundador de Proyecto Habesha.
Mark Manly, representante del ACNUR en México, indicó que “la educación es una herramienta de inclusión para la población refugiada. Pero también beneficia a México: la llegada de estudiantes refugiados aporta diversidad y por ende enriquece las universidades que los recibe”. Recordó también el aporte de refugiados a México, inclusive la fundación de instituciones académicas como el Colegio de México.
De acuerdo con la Encuesta sobre la Población Refugiada en México (ENPORE), 88.8% de las personas refugiadas adultas tiene interés de seguir estudiando. De éstas, 44.1% quiere continuar con sus estudios formales, 24% quiere aprender algún oficio y al 20% le gustaría tomar una capacitación técnica para el trabajo.