Entrevista a JUAN MARTÍN JALDO
Por Ivonne Sánchez Barea – Vicepresidenta de CONAPE España
Agosto de 2017
Los Cerezos de Monachil es un Restaurante especializado en celebraciones. Tiene Salones para celebraciones, terraza de verano e instalaciones de Hotel. Se encuentra enclavado en la parte alta del Barrio de Monachil y tiene unas extraordinarias vistas sobre la ciudad de Granada. Vistas de postal, que vemos en los atardeceres.
Los negocios surgen en la mayoría de los casos de la propia demanda pública, sin embargo, hay elementos que consiguen que estos se consoliden, crezcan, triunfen o por el contrario desaparezcan.
Este lugar de y con altura, se merece un reconocimiento público a nivel internacional, dado que puede enseñar a nuevas generaciones desde otra experiencia; como trabajando duro, muy duro, y con un proyecto visionario, queriendo aprender, siendo observador y sabiendo escuchar, cualquier negocio se puede consolidar.
Hace 42 años, cuando por primera vez vine y recorrí esta zona de Granada, alguno de los merenderos existían. Hoy, algunos han desaparecido, otros han crecido. Cómo es el caso de los existentes en el Municipio de Huetor Vega, con una ruta del vino, por la que podemos hacer su recorrido. Pero, esa es otra historia, que retomaré más adelante, cuando entreviste a los Restauradores de Huetor Vega, colindante a Monachil.
Juan, te realizaré a continuación unas preguntas, para que jóvenes en España, América y el mundo tengan fe desde tu palabra, como se puede emprender un negocio de restauración y los valores como constancia, fe, tener un proyecto claro y ser observador y saber escuchar a los demás, en este caso al público, te va abriendo caminos para poder iniciar. El arduo trabajo, por supuesto, es un ingrediente esencial para lograr el éxito.
Juan, cuéntanos: ¿Cómo se inició el restaurante los cerezos en el municipio de Monachil, en el Barrio de Monachil, al pie de la Sierra Nevada Granadina?
- Cuenta Juan, que él era muy mal estudiante y le gustaba mucho trabajar. Surgió entonces la idea de ir a trabajar a Palma de Mallorca en la cocina de un Restaurante. Tiempo después se trasladó a Punta Umbría, Huelva – Andalucía. Entonces, una serie de circunstancias dieron pie para regresar a la Provincia de Granada: Se había terminado la temporada de verano, y dado que hubo en Huelva un pequeño maremoto, el restaurante donde trabajaba quedó siniestrado. Regresa a Granada en busca de trabajo. Dio la casualidad que encontró en Sierra Nevada a una persona que le da la oportunidad de trabajar, un Señor qué también tenía negocio de restauración en Isla Cristina, Huelva. Por entonces, otro de sus proyectos era casarse. Su novia estaba en Monachil, Granada. Al explicarle al señor su experiencia en el mundo de la hostelería, él le da la oportunidad de integrarse en la plantilla en Sierra Nevada. Estando ya trabajando, el dueño le comenta, que necesita una empleada, una mujer, para el restaurante. Juan le propone a su entonces novia para que los dos trabajaran en la Sierra.
Juan y su mujer se casan el 6 de diciembre de 1980, y durante esas navidades el dueño del negocio enfermó. Cerró el negocio y falleció. Juan y su mujer tenían su casa construida en el barrio de Monachil. Entonces se plantearon abrir su propio negocio de restauración en su vivienda: habitando el matrimonio la segunda planta de la casa y en la primera, instalar el negocio con terraza. Le pusieron por título LOS CEREZOS porque en el solar y los aledaños había muchos árboles de cereza.
LOS ANTIGUOS CEREZOS se fundan en 1981, posteriormente el negocio se expandió a LOS NUEVOS CEREZOS en el mismo barrio de Monachil.
-Le pregunto a Juan: ¿Al abrir el restaurante del antiguo LOS CEREZOS tenía alguna especialidad dentro de su menú?
- Responde: Que su carta y menú estaba compuesta de lo que más gustaba en la zona: carnes a la brasa, choto al ajillo, patatas a lo pobre, en fin lo qué tenían costumbre y tradición. Relata, que fue el primer restaurante que se montó en la zona de Monachil con manteles y servilletas de tela. Otros negocios de restauración, casi todos merenderos, ponían manteles de papel, no tenían menú variado ni a la carta y carecían de elegancia depurada al que Juan ya venía acostumbrado.
Al inicio él estaba en la cocina. La carta puesta a disposición de los clientes consistía de primero y segundo plato. Con el tiempo y ya funcionando el restaurante Juan, empezó a hacer una labor más de relaciones públicas, hacia el público y comensales. Los demás, su mujer y el personal, estaban dentro, haciendo el trabajo de cocina y de servir.
Se fue haciendo conocido entre sus clientes, la gente, el público, preguntaban por Juan y esto motivo que él estuviera más cerca a sus clientes.
-Juan: ¿Tienes alguna memoria sobre los primeros clientes que nos quieras contar? ¿Clientes que se hayan fidelizado?, ¿Clientes extranjeros?
– El primer verano fue muy bueno dice Juan. Bajo la sombra de los cerezos los clientes y comensales disfrutaban del aire puro del barrio de Monachil apenas a 6 km del centro de Granada.
Llegado el otoño y el invierno, la frecuencia y cantidad de clientes bajó. Habíamos pedido préstamos bancarios, y al disminuir la clientela durante los días de entre semana, limitándose a los fines de semana, pasamos una temporada mala: incluso me hizo plantear la posibilidad de traspasar o alquilar en negocio. En invierno solo funcionaba durante los fines de semana. Sin embargo, el restaurante permanecía lleno durante esos días, había público que esperaba mucho tiempo para sentarse. El local en su interior no era muy grande. Los clientes se iban tan contentos y se reservaba, previo aviso, a las 9 de la mañana para los fines de semana. Eso quería decir que nuestro servicio les gustaba. Por ello, pensamos mi mujer y yo, que debíamos aguantar un poco esa coyuntura y seguir trabajando lo más que pudiéramos. Incluso se puso en alquiler, pero al no alquilarlo, y al llegar las comuniones, todo volvió a marchar a mayor y mejor ritmo.
Ese primer invierno fue muy duro, el dinero que ganábamos durante los fines de semana, no daban para cubrir los gastos, ni los préstamos bancarios.
Juan: ¿Cómo surge la idea de crear los nuevos cerezos dónde están ubicados hoy en día?
- Cómo me gusta progresar desde mi inquietud pensando en un lugar para celebraciones y eventos nos expandimos hacia lo que es hoy LOS CEREZOS. celebraciones de matrimonios primeras comuniones cumpleaños y eventos a fin de poder sostener el negocio. Existían otros negocios similares pero que no cubrían la demanda sitios pequeños que no podían recoger un número grande de invitados para eventos. Todos esos negocios que eran muy competitivos no tenían espacios amplios y grandes para la organización de grandes eventos de ahí que Juan piensa en crear un sitio exclusivo amplio y elegante que pueda cubrir la demanda de los clientes. Empezamos haciendo el primer salón aquí donde estamos ubicados. La comida se seguía preparando en el restaurante de los ANTIGUOS CEREZOS en la parte baja del barrio de Monachil. En el salón instalo cámaras frigoríficas para poder almacenar y después servir la demanda de los clientes.
Juan: ¿El negocio era y es fundamentalmente familiar?
- Si, estaba mi mujer, mi madre, mi suegra, allí todos ayudaban.
Juan: ¿Este ha sido tu sueño realizado? ¿Tienes más sueños? ¿Lo hiciste por gusto, o por sacar adelante la familia?
- Si, este ha sido mi sueño realizado. Ahora mi sueño es poder descansar un poco. Todo lo hice por gusto, por el placer de cumplir estos retos, estos proyectos. Comencé en la hostelería, era un campo que conocía, y me gustaba la idea de ser empresario. Pensar en grande.
Juan: ¿Has recibido algún reconocimiento en el área de hostelería y turismo? ¿Cómo divulgas los servicios que ofreces en el extranjero?¿Cómo te das a conocer?
- Para esto, y como a mí me gusta estar con la gente. En Granada se creó una asociación de Hosteleros y Restauradores ASGAR, de la cual yo soy cofundador. Eso produjo una buena dinámica, entre todos nos hemos ayudado a divulgar los distintos negocios. La asociación hacia publicidad. Posteriormente se me ocurre que entre varios empresarios crear la ASOCIACION REGAMAN, que recoge los negocios de hostelería de cuatro pueblos: Huetor Vega, Monachil, Cájar, y La Zubia. Sí he recibido premios, entre ellos por ejemplo, el tema del HABA VERDE, y otros en las Jornadas gastronómicas.
Juan: Sin tener titulación y siendo tan emprendedor, trabajador, admiro tu visión hacia el futuro, y el pulso que has puesto para sacar adelante este y todos tus proyectos. ¿Recuerdas algún cocinero que te haya marcado en tu vida, que te haya enseñado particularmente algo excepcional?
- No tengo titulación, pero he aprendido de todos los cocineros con quienes he tenido contacto. Por ejemplo, contemporáneos de Carlos Arguiñano que han pasado por el Restaurante y de quienes hemos aprendido, como fue el Salmon marinado, o la Tarta de Santiago.
Como entrevistadora, apunto y remarco, que desde que conocí a Juan en el año 2002, a fin de que preparara la celebración de mi boda, pude comprobar, que Juan sabe escuchar, es observador, esos dos elementos; escuchar y observar, se aprende.
Volviendo a mis preguntas: – ¿Tus hijos quieren quedarse con el negocio? ¿Continuar con lo que has construido?
- Si, ellos están aquí, trabajan aquí, tienen nuestro apoyo.
Ya para finalizar, – ¿Tienes alguna anécdota graciosa, Juan?
- Juan, ante esta nota de humor, relata aquella vez que, estaban atendiendo una celebración de matrimonio en una sala, y en otra atendiendo el restaurante… cuando se dieron cuenta que no había, tarta, pastel de boda, que siempre lo encargaban a un proveedor de pastelería. Llamaron casi desesperadamente a todos lados, sin conseguir la tarta, y emprendieron la tarea, de hacerla ellos mismo. Mientras unos servían los platos, en la cocina se apuraban a confeccionar y preparar la tarta, con mucho afán, y apuro, dado que saliendo caliente del horno, era muy difícil de decorar. Sudaron, alargaron los tiempos de servir, pero lograron sacar la tarta aunque la nata que la cubría, con el calor, se iba derritiendo, así que Juan salió rápido, y corto esa tarta igualmente rápido, para que nadie se diera cuenta. Al terminar, quedé agotado y mi mujer, se hartó de llorar. Habíamos pasado más nervios que nunca.
Juan: ¿Qué crees tú que hace triunfar a un Negocio?
. – Lo que hace a un negocio es la constancia.
A NURIA MARTIN, su hija le pregunto: ¿Que recuerdas tú de pequeña, como visite el negocio de tus padres?
- He vivido mucho esfuerzo, muchos sacrificios por parte de mis padres, para sacar adelante este negocio. Cuando era pequeña no era consciente, pero ahora si me doy cuenta y queremos seguir tirando del carro.
Nuria: ¿Cuál es tu sueño para el futuro de los Cerezos?
- Que siga para adelante, que sea más conocido, que podamos seguir creciendo.
Como representante de CONAPE INTERNACIONAL, felicitamos a Juan Martin Jaldo, su esposa e hijos, por hacer parte de la historia del municipio y de su negocio, un hermoso y especial lugar ideal para invitar y celebrar.