POR ROCÍO SESMA VERDE / @RocíoSesma
Hay tantos desafíos, tareas, responsabilidades y costumbres con horarios de todo tipo que nos rigen todos los días a las mujeres, que a veces, sino que a la mayoría, se le olvida ese tiempo para mirarse en el espejo y reconocer que nada ha cambiado, que vivimos esos tiempos perfectos que todas queremos, sí,, que la vida funcione.
Y muchas ya fuimos al doctor, y ya prevenimos y resultamos con excelentes noticias, hay salud para seguir adelante, con todas las responsabilidades de ser mujer, madre, esposa, hermana, tía, abuela, trabajadora y todo lo que resulte extra en el día.
Sí, sí solo hubiera una sola cosa que pedir como deseo, es la salud, si todo funciona bien, tendremos esa fuerza de mover montañas y crear los sueños más irrealizables para otros y seguiremos remontando los días, para ser parte de ese mundo que debe funcionar y que sea amable para todos.
Pero para muchas mujeres en el mundo, la salud se ha convertido en una batalla sin descanso en la que muchas han salido victoriosas contándolas, con ese valor de un corazón fortalecido y amoroso que nos enseña a todos, el valor de la vida y el valor del amor.
Muchas mujeres en el mundo hoy no luchan solas, cuerpos especializados de médicos y enfermeras están atendiendo sus casos clínicos de cáncer de mama y reciben todo el amor, todo ese esfuerzo que acompaña también a sus familias en su lucha por ganarle a la vida, vida cada día.
Para todas ellas que reflejan en internet y en programas especiales, su esfuerzo grandioso por ganar al cáncer la batalla, Octubre y el mundo las abraza.
Por eso, la Organización Mundial de la Salud eligió a Octubre, como el mes mundial de la prevención del cáncer en la mujer, porque lo prioritario es evitar más muertes de una enfermedad, que si se atiende tiempo, es curable.
Saber de su lucha, del valor para enfrentar los tratamientos, es el símbolo de esperanza más grande que puede recibir nuestro propio corazón.