Por Christian González Murillo
Como la mayoría se podrá haber dado cuenta, el escándalo de la “Casa Blanca” está de regreso, pero en esta ocasión el que lo volvió a poner en los medios de comunicación y en “boca de todos” fue el propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el cual se refirió de la siguiente manera; “No obstante que me conduje conforme la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno. En carne propia sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente. Por eso, con toda humildad, les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé”, palabras que le están dando la vuelta al mundo.
Peña Nieto se convirtió en el segundo Presidente de México que pide perdón a los ciudadanos, poco más de 3 décadas atrás lo había realizado José López Portillo con lágrimas en los ojos, en su último informe de gobierno, el 1 de septiembre 1982 para ser exactos.
Lo destacado de esta situación es el trasfondo político que se deja ver, a poco menos de 2 años de las elecciones a la Presidencia de la República el PRI aún no cuenta con un aspirante fuerte a la candidatura, hasta el momento se mencionan varios nombre dentro del partido, pero ninguno con la suficiente fuerza como para ser el elegido, también, el PRI acaba de sufrir la peor “cachetada” de la historia, obteniendo los peores resultados en una contienda electoral el pasado 5 de junio, sumado a que varios gobernadores del partido han y están siendo criticados y han perdido credibilidad.
Recordemos que la llamada “ley de la gravedad” se puede aplicar incluso en las cuestiones de popularidad y recordemos que el PRI alcanzó unos de sus niveles más altos, en las campañas de 2012, pero ahora cayó hasta su peor crisis, de tal tamaño es la crisis en la que está inmerso el partido que ya no será posible caer más, la única opción que queda es el ascenso, el cual se puede trabajar durante un año y así fortalecer al partido en lo que podríamos llamar el ensayo a la elección presidencial, ya que recordemos que en 2017 se llevará a cabo una de las elecciones más importantes con miras a la presidencia de la república, estoy hablando de la elección a Gobernador del Estado de México, que involucra a poco más de 11 millones de votos, es decir, con los votos del Estado de México alcanzarías más del 13% de los votantes de todo el país, por ello esa votación tiene la capacidad de indicarnos quién podría ser el próximo candidato e incluso que partido podría quedar en el poder para el 2018.
El resultado de pedir una disculpa (quien sea que lo haga) siempre genera dos lados que sin importar el momento siempre se tomarán en cuenta, y hasta este momento Peña Nieto parecía tener a todos en contra, menos a los militantes de su partido por su puesto, pero su credibilidad e imagen estaba en decadencia y queramos, una disculpa generará simpatía en algunos de sus críticos, pueden ser pocos o muchos, pero lo importante es que empieza a generar otra imagen de él, sumando a la promulgación de las leyes anticorrupción, es decir, aceptado un error que él mismo cometió, pero disculpándose y haciendo referencia de que se buscará resolver el problema de la corrupción sin importar el “rango” o “poder” que tengan los involucrados.
Es necesario mencionar también que todo esto sucedió poco después de su visita a Canadá donde tuvo una pequeña confrontación con Barack Obama en cuestión de conceptos, Peña Nieto dijo con total confianza: el populismo y la demagogia no sirven; gobernar “no es así de fácil ni así de sencillo”. A lo que Obama difirió y expresó que los populistas piensan en la gente. De hecho, dijo, “yo soy populista”, dejo claro que los populistas se concentran en lo que le interesa a la gente. Y tal vez Peña entendió y absorbió un poco de estas ideas de Obama, ya que al pedir perdón, siendo algo que muchos ciudadanos mexicanos exigían a Presidente, fue un acto populista que puede llevar al PRI a recuperarse en la carrera rumbo a Los Pinos 2018.
No podemos perder de vista esta declaración del presidente y mucho menos dejarla pasar, parece ser que inicia un plan rumbo a la presidencia, la bandera rumbo al 2018 ha sido ondeada y no hay marcha atrás, al parecer hasta el momento el único competir definido será Andrés Manuel López Obrador por MORENA, los demás partidos esperarán las elecciones a Gobernador del Estado de México para definir su situación y así elegir a su candidato, recordemos que los partidos ya no tendrán el mismo tiempo y tranquilidad de elegirlo al último momento a sus candidatos, ya que esta elección de 2018 seguramente será la primera con candidaturas independientes aceptadas completamente por la ley.
Así que la carrera inicia y todos arrancan, el encargado de dar el banderazo fue el mismo que dejará la estafeta libre, pero al parecer el único que tiene un plan estructurado para mejorar la imagen de su partido, sólo queda esperar que las acciones que se tomarán en torno a mejorar la imagen del PRI también beneficien a la sociedad mexicana, serán dos años muy movidos pero prometedores…
Recuerden que yo soy un simple PREGUNTÓN con muchas dudas y en la búsqueda de la respuesta se me ocurren algunas cosas que simplemente digo, pero tú eres el que tiene la última opinión, por ello es que te invito a respetar tu Libertad de Expresión. Hasta la próxima…
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