Por Abel Santiago / abelsantiago30336@yahoo.com.mx
El Instituto Estatal Electoral informó que a partir del pasado mes de octubre se inició el proceso electoral en la entidad, pero no explicó en qué consistía ese proceso, ya que según el programa que dio a conocer las primeras fechas de registro son a partir de enero de 2016 y que hasta marzo empezarán las campañas de los que resulten candidatos, aun cuando los aspirantes a la gubernatura ya llevan años en plena campaña, abierta y escandalosa, violando la ley electoral, por lo que merecerían ser sancionados impidiéndoseles el registro como precandidatos. El Partido Revolucionario Institucional es el que ha contado con el mayor número de éstos, seguro de que puede ganar en las elecciones por la gran cantidad de descalificaciones que ha recibido este gobierno del cambio, así como por la imposibilidad de que se repita la alianza de los partidos que se unieron en las elecciones pasadas, pero que no supieron compartir el triunfo por la voracidad con que exigieron el reparto de posiciones y su incapacidad en el desempeño de las logradas. Lo que se llamó cobro y pago de facturas fue motivo de altercados, enfrentamientos y pugnas entre los militantes y partidos aliancistas, que por separado en esta ocasión alcanzarán muy baja votación.
El PRI conserva a su seguidor permanente, el partido corrupto que jefatura el Niño Muerde, más uno de los morralleros que se le ha unido por conveniencia, pero su problema será la designación de un candidato aceptable, porque entre los muchos aspirantes pocos tienen los méritos suficientes y al parecer son los que cuentan con menos posibilidades, como Alfonso Gómez Sandoval Hernández, porque aunque sea priísta forma parte del equipo del gobierno del cambio, lo que prácticamente lo imposibilita a lograr la postulación; Mariana Benítez Tiburcio no cuenta con la suficiente carrera política, por lo mismo carece de experiencia, además de que no tiene padrinos poderosos que pudieran influir ante los que toman las decisiones; Samuel Gurrión Matías ha logrado algunas simpatías en las regiones que ha visitado, pero su trayectoria política es muy limitada y no tiene arraigo ni respaldos de peso; José Antonio Hernández Fraguas parece corresponder al pasado, porque desde que dejó la Presidencia Municipal de la Ciudad de Oaxaca perdió popularidad y por eso no tuvo éxito en su primer intento de búsqueda de la gubernatura.
El que vuelve a insistir a pesar de su rotundo fracaso en las elecciones pasadas es Eviel Pérez Magaña, pero sigue quemado como entonces por su vaciedad y por ser muy notoria su incondicionalidad con el máximo saqueador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien no oculta que lo maneja llamándolo su tiburón. Martín Vázquez Villanueva es otro de los cartuchos quemados que vuelve a la cargada, pero aparte de su sometimiento a URO también formó parte de su equipo y, por lo mismo, es señalado como uno de los corruptos de ese sexenio. Los hijos de los ex gobernadores no merecerían ni siquiera ser mencionados, no tanto por el nepotismo sino por el pésimo gobierno que ejercieron sus padres: Alejandro Murat Hinojosa y Narcedalia Ramírez Pineda. El primero ya sabemos hijo de quien es, el pueblo lo tiene muy bien ubicado, pero además ha cometido actos de corrupción al utilizar dinero del presupuesto oficial del Infonavit para promoverse desde que tomó posesión del cargo. La segunda es hija del causante de la desgracia que vivimos sufriendo el vandalismo magisterial, pues fue el que puso en las manos de esa mafia el mando de la educación en Oaxaca, colocándonos en el último lugar de aprovechamiento escolar. Además su gobierno figura entre los catalogados como corruptos.
El conocido como lechero, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, es otro de los que han utilizado el presupuesto de la dependencia a su cargo para promoverse, igualmente desde recibió el nombramiento oficial. No sólo cuando llega a Oaxaca, sino desde cualquier parte de la República en que se encuentre desempeñando su trabajo, lo toma como acto de campaña al pagar la publicidad con que se promueve. Además, todos los que radican en el Distrito Federal cuentan inexplicablemente con credencial de elector estatal para justificar su residencia. En este último caso también se encuentra Gerardo Gutiérrez Candiani, con la salvedad de que no pertenece a la oficialidad y por lo tanto no está ligado a grupos e intereses políticos creados, aun cuando como los anteriores, sólo por referencias conoce los problemas oaxaqueños. El que destaca entre los aceptables es Javier Villacaña Jiménez, por el reconocimiento que ha recibido su desempeño como presidente municipal de la Ciudad de Oaxaca, y porque no tiene antecedentes negativos. Sin embargo, se le considera alejado de los círculos de alto poder y decisión.
En cuanto a los considerados tradicionalmente partidos de oposición, la situación es más negativa. Del Partido Acción Nacional sólo se ha dado a conocer a Juan Iván Mendoza Reyes, que como su partido no tiene arraigo ni programa de trabajo definido. Las figuras que le daban cierto prestigio lo han abandonado, dejándolo como institución política vegetativa. El Partido de la Revolución Democrática, que ha caído en el chambismo por encontrarse desde hace varios años en poder de los oportunistas chuchos, cuenta con aspirantes de poca seriedad, incapaces de despertar la mínima simpatía del electorado, como Carol Antonio Altamirano, el michoacano Benjamín Robles Montoya y el ex priísta José Antonio Estefan Garfias. El único que podría levantar un poco la membresía de ese partido es Francisco Martínez Neri, por su destacado desempeño como diputado federal. El partido sólo conocido como Morena no cuenta más que con los simpatizantes de su líder, Andrés Manuel López Obrador, pero el único que se menciona como su posible candidato no lograría ni la votación suficiente para mantener el registro estatal: Salomón Jara Cruz. Ante esta situación, resultará muy difícil y comprometedora la decisión que se tome en el momento de emitir el voto en las elecciones de 2016, porque para la postulación de candidatos a diputados locales y presidentes municipales se encontrará el mismo desolador panorama.