*Contra la Violencia
*Sólo los Privilegios
*Elogios a la Esposa
Por Rafael Loret de Mola
Me preocupa que la crispación existente confunda y angustie a muchos mexicanos. En todo momento, y no sólo ahora, he tratado de defender la libertad, la justicia y la democracia. Pero hoy mis críticas son tomadas por algunos como incitación a la violencia. Tal es el nivel del temor. Lo que puedo decirles es que no estoy en pro de la barbarie… y ésta ha sido provocada por el mal gobierno, no por un periodista o por los grupos que se manifiestan para evitar que los horrores continúen.
Pregunto, con mi mayor consideración: Para no incitar a la violencia -al retratar la vida de México-, ¿debo dejar de escribir? Recuerden que uno de los contrapesos a los abusos del poder es la crítica y sin ésta el periodismo es hueco, inútil. Además siempre he sostenido que en la vida democrática el debate es elemento esencial precisamente para evitar la crispación, el odio… y la violencia. Señalar que la barbarie está en el gobierno es un canal para evitar que los dramas se reproduzcan, no para incitarlos como sí hacen la negligencia oficial, la impunidad y la torpeza descarada, criminal.
En la misma línea, lo he dicho varias veces, es muy sencillo atribuir al crimen organizado la represión contra los periodistas en distintos estados de la República –si tal fuera un deporte habría ganado México una medalla de oro en los Centroamericanos de Veracruz, la entidad con mayor número de asesinatos de informadores-, cuando, en realidad, quienes más temen las críticas y los reportajes de denuncia son aquellos que, desde el poder, tienen nexos con las mafias dominantes y no quieren poner en riesgo sus relampagueantes ascensos en la escala política; los “capos” con capacidad de manejarlos los protegen hasta cierto punto, igual que a los cabecillas cuando dejan de ser útiles a los grandes “padrinos” asentados en los Estados Unidos y representados por figuras de altos vuelos, no sólo en el gobierno, en nuestro país. Son conexiones muy peligrosas, dicen. Pero ya es tiempo de irlas revelando.
Por lo anterior, mantener un campaña en contra de los comunicadores, incluso provocando riñas innecesarias en el gremio, o estigmatizándolos como panegiristas supuestos de la violencia porque exponen las causas de la rebeldía cívica, es una estrategia infame para acallar voces y reventar el contrapeso que significa el ejercicio de la libre expresión. Tal nos sitúa, por desgracia, en la era delamadridiana cuando manuel bartlett díaz, el más repulsivo de los miembros del viejo régimen, consideraba el imperativo de mantener una “presidencia fuerte” a costa de sobajar, perseguir y amenazar a los líderes sociales y de opinión; y hoy se atreve a cuestionar al sistema “antidemocrático” que él impulsó hasta sus más altos niveles. ¿Subrayar esto es incitar a la violencia? Lo sería, nada más, si vuelvo a encontrármelo por la calle a este miserable, demagogo y criminal, refugiado bajo los pantalones de Andrés Manuel cuya historia personal y política no merece ensuciarse más con tales compañías.
Por desgracia, no podemos confiar en los líderes alternativos. El mencionado López Obrador, por ejemplo, si cuestiona las imperiales residencias de enrique peña y su primera dama –a quien se le paga por desempeñar este papel como corroboro en “El Alma También Enferma”-, debiera exponer igualmente su declaración de bienes e incluir o deslindarse, con pruebas, de la residencia que se le atribuye en Bosques de las Lomas, “La Toscana”, muy cerca de los palacetes de la actriz que, en 2010 –recién casada con el “futuro presidente”-, se convirtió en la mujer mejor pagada del país, muy por encima de otras estrellas de Televisa con mayor calidad histriónica y una fama muy superior, digamos Adela Noriega y otras verdaderas triunfadoras.
Pero no. Al mencionar lo anterior se lanzarán a mi yugular los incondicionales de MORENA, igual como los peñistas y los medrosos han calificado nuestro quehacer como una provocación destinada a generar más violencia y poner en riesgo con ello a las nuevas generaciones; me parece que quienes de verdad quieren a cuantos vienen detrás de nosotros no desean legarles un México como el actual, en donde la natural inquietud juvenil puede costarles las vidas, destrozadas a destiempo, a golpes de impunes represiones, matanzas en serie y hasta hogueras para quemarlos vivos como sucedía en los tiempos de la Inquisición –llamada “santa” por sus fundadores-. No hay diferencia alguna. Curioso: en mis novelas de los años ochenta identifiqué a bartlett con Fray Tomás de Torquemada, dominico, el primer inquisidor de Castilla y La Mancha cuya crueldad jamás se detuvo, siquiera por piedad, en averiguaciones sobre la verdad de sus víctimas. Un bárbaro que acaso inició la línea que se extiende hoy al martirio de sacerdotes como ocurrió con John Senyondo y el párroco de San Miguel Totolapan, Ascensión Acuña Osorio, en la tierra caliente de Guerrero, asesinados en 2014 mientras los pelotones volteaban hacia otros rincones.
Pero en México los perversos siempre encuentran refugio. Lo puede asegurar, por ejemplo, Arturo Montiel Rojas, ex gobernador del Estado de México y tío del actual mandatario federal. Ya no puede ir a París a disfrutar del Moulin Rouge y del Lido con sus mujeres semidesnudas danzando encima de las cabezas de los clientes mientras se bebe champaña y se entregan cientos de euros… como propinas. El personaje de referencia tiene sobre él una orden de aprehensión internacional emitida por los tribunales franceses por el secuestro de sus tres hijos, de acuerdo a la denuncia presentada por su ex esposa –la segunda-, Maudé Versini y, por lo pronto, ni todo su dinero le alcanza para eludir la trama aun cuando alegue su derecho a la convivencia convenida. Lo curioso es que la justicia mexicana acusó a la señora Versini por maltrato de menores… mismo que se corroboró con cintas de video en donde se observaba a la nueva pareja de la señora quemando con cigarros a los pequeños. Tal es síntoma de que en Europa, y en Estados Unidos, los juzgadores desdeñan la soberanía nacional porque la fama de corrupción asfixia a los togados… aunque sean peores, por ejemplo, los españoles. Me consta en carne propia.
Alegar con pruebas fehacientes sobre lo anterior, ¿significa alentar a los violentos a realizar actos vandálicos? Por cierto, es increíble la versión oficial acerca de que los radicales y anarquistas infiltrados en las marchas de protesta, sin señal de partido o grupo promotor, sean elementos dispuestos para socavar al régimen peñista y estropear su programa de gobierno… mismo que ha servido, en materia de proyectos para obras de infraestructura, para enriquecer a los suyos, a sus hermanas Verónica y Ana Cecilia por ejemplo, a la vieja usanza corruptora, esto es igual a cuanto hicieron los presidentes de la derecha que le antecedieron. El mal está muy evidenciado.
Los cuestionamientos son indispensables en esta hora terrible. De allí que sea necesario encontrar una salida conveniente para reducir la tensión general. Cualquiera sabe lo que sucede si se taponea el tubo de escape de un automóvil: el motor se detiene y los gases se acumulan; esto mismo puede aplicarse a la vida de la sociedad: por el rencor acumulado es necesario una rendija que evite la parálisis total del país. Ya lo sentimos el último 20 de noviembre, en 2014, cuando el festejo por el aniversario de la Revolución debió suspenderse para dar cauce a la protesta cada vez más encendida. Y es posible que suceda lo mismo dentro de una semana. Fue aquel, sí, un desfogue pero sin respuesta, sin salida viable, sobre todo porque los provocadores supieron hacer su trabajo.
De esta circunstancia surgió la idea de convocar a un plebiscito general, o cuanto permita la ley que está por debajo de la justicia, para atemperar la crispación sin prejuicio del Estado de Derecho. Sería una eficaz manera, además, de recuperar uno de los principios básicos de la República asentados en la Carta Magna: precisamente, la soberanía popular. Así podría resolverse la coyuntura sin llegar a los enfrentamientos. Porque, a decir verdad, el escenario actual ya es muy parecido al clima prevaleciente en 1968 antes de la masacre de Tlaltelolco y es lo que, todos, debemos evitar.
Voto, en fin, por la paz… exigiendo justicia, democracia y, sobre todo, libertad. No hacerlo sería tanto como caer en el peor de los ámbitos, el del conformismo tan dañino porque se pierde hasta la conciencia… sobre todo, por miedo. Y éste nunca será un buen consejero.
Debate
Aunque el cargo de presidenta del Sistema Integral para la Familia sea honorario es por demás evidente que la llamada “primera dama” –una denominación aristocrática equivalente al de una Duquesa como la de Alba quien, al fin, se cansó de vivir en un jolgorio permanente-, tiene grandes privilegios por el solo hecho de habitar la residencia de Los Pinos. Ninguna otra actriz había disfrutado tanto del poder ni la desafiante “Tigresa”, Irma Serrano, de quien se dice fue amante y golpeadora de gustavo díaz Ordaz –lo segundo francamente lo dudamos conociendo cómo funciona el aparato de seguridad de los mandatarios en ejercicio-.
Tiene sueldo –fuera de nómina, claro, y obviamente con cargo a los libros ocultos de los operadores financieros; además disfruta de consideraciones sin igual y alega ser independiente, esto es sin someterse al esposo como se acostumbraba en otros tiempos. Alega serlo, sobre todo, por contar con disposiciones mucho mayores a las declaradas por el presidente peña, su consorte, en una extraña mutación jamás vista en la historia de la alba casona de Chapultepec. En 2010, Televisa le dejó una casa sobre Paseo de las Palmas –con valor de unos cincuenta millones de pesos, diez veces más que la residencia particular de peña-, además de ochenta y ocho millones de pesos como una especie de liquidación, acaso la más alta de todos los tiempos en nuestro país, por parte de “su” empresa, Televisa.
Todo lo anterior parece excesivo, incluso provocador ante los millones de mexicanos que igualmente, como ella dijo de sí misma, han trabajado toda la vida con esfuerzos muy superiores y no tienen siquiera para pagar un alquiler en una colonia humilde –y cuanto más, peligrosa- de la ciudad de México. En fin, las manifestaciones de riqueza de peña, moderadas aseguran, y de la señora en cuestión, fueron como tiros que salieron por las culatas.
La Anécdota
En su momento de mayor descontrol mental, vicente fox elogió a las “muchas faldas” de su mujer, marta, y adujo que, por la igualdad de género llevada al extremo hasta el punto de alterar el idioma, debíamos aceptar que existía un co-gobierno en México, ella y él naturalmente, como Isabel de Castilla y Fernando de Aragón: tanto monta, monta tanto…
Desde ese momento fue evidente que la señora tomaba las decisiones –sin haber sido votada para ello-, mientras fox se resguardaba detrás. Y aquello terminó en un aquelarre inolvidable, a punto de que ella se proclamara candidata a la Presidencia. Me alegro, y mucho, de haber contribuido a que tal no se diera.
Ahora es peña nieto quien endulza los oídos de su independiente mujer. ¡Cuidado! Es la tercera llamada.