- ¡Ya no más!
- ¿Justicia?
- Nos da Pena
Por Rafael Loret de Mola
Lo grave no es cuánto el colectivo mexicano percibe como afrenta sino la persistencia, criminal en algunos casos, de los errores mayores, desde los sociales hasta los delictivos, en plena batahola de ausencia de valores. La percepción es que los poderes públicos están desaparecidos, lo que fue más evidente tras la fuga de “El Chapo” cuya versión oficial ha sido hecha trizas por el sentido común elemental, y la ausencia notoria de mando en el poder ejecutivo federal… sobre todo cuando el mandatario valora una condecoración francesa –antes fue española y otras británica y estadounidenses-, sobre los apremios de una sociedad atemorizada e igualmente hastiada, en estado de ebullición.
Cuidado. Basta que un solo hombre esté decidido a cambiar su vida por la de algunos de los políticos maleantes, vistos como blanco por los radicales, para que la vida de éstos termine y el horror aumente. Sí, es posible que un atacante furioso tenga conciencia de que no vivirá pero tal freno puede no existir cuando se pretende alcanzar el heroísmo ante la persistencia de quienes no saben ni quieren gobernar salvo para enriquecerse y aumentar complicidades a corto y mediano plazo.
Ojo: este no es un llamado a la insubordinación sino el planteamiento sobre lo que pudiera estarse gestando al arbitrio de tantos ofendidos, maltratados y heridos en lo más hondo como consecuencia de genocidios, persecuciones, desapariciones y tanto más. Ya hasta por los canales de Televisa se extiende la represión y una conductora debió explicar las razones por las cuales cancelaba su programa ante el secuestro de reporteros y fotógrafos de su equipo. Es la primera de la televisión pero, por desgracia, tememos que no será la última. La agresión está en todos los rincones con rostro de general cansado de soportar críticas hacia él, naturalmente. Lo del presidente es asunto, para los mandos castrenses, de segunda mano.
Por supuesto, a los males comentados del señor peña, físicos y políticos, es menester agregar la visible ausencia de solidaridad por parte del llamado gabinete de seguridad que integran los secretarios de la Defensa, Marina, Gobernación y la Procuradora General de la República que me dio la impresión de ser la reportera de “Se ha Cometido un Crimen” merodeando la casucha construida fuera de los lindes poblacionales y a mil quinientos metros de un penal otrora de alta seguridad. Es obvio, cuando menos, que los ingenieros constructores del célebre túnel, hasta con respiradores frescos, debieron conocer los planos de la tremenda cárcel que, estamos seguros, ni siquiera ha visto alguna vez el torpe Miguel Ángel Osorio Chong quien vio en la huida de quien fuera y vuelve a ser “el criminal más buscado del mundo”, una “oportunidad” para demostrar la eficacia del Estado. Semejante imbécil, por dignidad, debiera dejar el cargo sin solicitud previa. ¿O vamos a seguir consintiendo ofensas de este tamaño a la inteligencia de los mexicanos?
La procuradora, Arely Gómez González Blanco, una buena actriz veterana con todo el perfil de Ángela Lansbury –la estrella de “Murder, She Wrote” y la primera “Mame” del teatro-, no sabía ni cómo moverse entre los tiburones. Las imágenes difundidas de ella en la casa “del escape” fueron sencillamente grotescas. Veía el paisaje, tomaba alguna olla entre las manos, caminaba sin sentido, en silencio, con una pesadumbre brutal, como ama de casa abandonada urgida de una atención inmediata. Y así han desfilado ante ella los expedientes más controvertidos y duros en la larga secuela del dolor en México. No sirve para el cargo; ni para nada aunque sea hermano de Leopoldo, el vicepresidente de Noticias de Televisa quien, a su vez, no sabe cómo proteger a sus colaboradores. Sólo les mueve por el valor “a la mexicana”.
(Alguna vez, uno de los corresponsales de guerra de la cadena me comentó que había solicitado, siquiera, chalecos protectores para entrometerse a los campos de batalla; se los negaron siempre hasta que desistió de meterse en honduras porque, además, el sueldo era ridículo por exponer la vida y su trabajo se concentraba en una corresponsalía en una nación europea con grandes líneas comerciales con México.
El caso es que lo más temible es cuanto se nos viene encima. De hecho, lo angustiante es la ausencia absoluta de sensibilidad para, siquiera, no cometer dos veces el mismo error: luego de Ayotzinapa el mandatario en funciones voló a Australia –en donde tuvo su noche loca la primera dama-, y a China, sin ningún apego por la ortodoxia que exige la presencia del jefe del Estado cuando se dan sucesos de esta gravedad; y hace una semana debió explicar que su gira por Francia era trascendental, por la condecoración recibida, mientras se le veía con reproche por haber abandonado a su país en el inicio de una nueva crisis de violencia tras el escape de Houdini Guzmán Loera.
Después de esta farsa y los supuestos “twitters” del delincuente, ya nada podrá asombrarnos… ni la urgente renuncia del señor peña nieto.
Polémica
Comienzo mi periplo para presentar “Empeñados”, sin duda el libro más crítico y directo de cuantos he publicado ahora bajo los auspicios de JUS y la Fundación Loret de Mola. Ya saben ustedes que las grandes firmas editoriales se han empequeñecido al fragor de sus abyectas complicidades con un gobierno ramplón que las compra encargándoles la edición de los libros de texto gratuito: cuarenta y dos millones cada año.
No sé cuánto pueda circular “Empeñados”, pero sí sé que es una obra necesaria –la número treinta y seis de mi carrera-, por cuanto han callado algunos colegas, presionados unos o silenciados otros, en un duelo inacabable de atentados contra la libertad de expresión. Jamás, como ahora, habían sido tan señaladas las persecuciones contra los periodistas ni las advertencias sesgadas ni el rencor de los lacayos del sistema. Aun así, seguimos caminando.
Como lo advierto en la contraportada, “Empeñados” es un grito que recogí en mi andar por México y lo hice mío; pero es, fundamentalmente, el de ustedes, cansados de una nefasta clase política que sólo nos aporta vergüenzas, agresiones e insultos a nuestra inteligencia. De esto se trata: de descorrer los velos de misterio. Y me aboqué a ello con la pasión de quien, como ustedes, no quiere legarle a las siguientes generaciones un país rebosante de mal nacidos, bandidos, terroristas dentro del erario y criminales con puentes hacia dentro. Ahora, además, tenemos a “El Chapo”.
Acompáñenme en esta nueva aventura. De su lectura depende el futuro de mi trabajo, incluso la razón central de mi vida. Cuento con ustedes.
Debate
Este verano se antoja ya, bajo las lluvias de la primavera atrasada, como ocasión importante para hacer un listado de exigencias al mandatario peña, quien cada vez más lleva el ritmo de la odiosa impunidad, se convierte en aliado de calderón y, peor aún, en protector de Genaro García Luna, refugiado en Florida, tierra de huracanes de sufragios… como en la peor época del PRI. Quizá por ello le resulta tan útil el ex secretario de Seguridad Pública al gobierno “democrático” -¡ja,ja,ja!- de Obama, tan buen interlocutor de peña por su entreguismo extremo y avieso, semejante al de su antecesor quien permitió la infiltración descarada de personal estadounidense dentro de los “marines” mexicanos y el ejército que sirve de escaparate. ¿En dónde radica, de verdad, el mando de las llamadas “fuerzas armadas”?
Van las peticiones:
1.- Qué cese la impunidad contra calderón y su guardián o perro faldero, Genaro García Luna, a cambio de no enfadar al “respetuoso” Obama, un verdadero ladrillo que a muchos nos ha decepcionado.
2.- Qué ponga orden en los mandos castrenses ara evitar que un día, cualquier día, se llegue al enfrentamiento entre soldados y marineros de asfalto en los “mares” de Chapultepec y ya no en el Molino del Rey, el bastión último contra la invasión norteamericana, el 8 de septiembre de 1847. Nos quedamos “sin parque”, en aquella ocasión, desde la Batalla de Churubusco, según la inolvidable sentencia del general Pedro María Anaya. Y estamos en la mismas ahora cuando los criminales están mejor pertrechados y los mandos militares se encelan unos a otros porque la marina ve a todo el suelo nacional como una extensión del “mar territorial”… pero mucho más de 200 millas.
3.- Qué nos explique cuáles serán las inversiones por cuatro billones de pesos anunciados en genérico y cuando perviven muchas dudas acerca de las aplicaciones del régimen anterior que creó infraestructura para a los mafiosos de los cárteles a lo largo del Pacífico, sobre todo y en Michoacán en concreto en donde ahora es tierra de nadie.
4.- Qué le pregunte al señor Obama, siquiera, cómo es que habla de mejorar la política bilateral cuando su magro gobierno ha aumentado, en un millón setecientos mil trabajadores más, las deportaciones de mexicanos… a quienes siguen usando, abaratándolos por la clandestinidad de sus acuerdos laborales de palabra, sin firmas.
–Que se atreva a recapturar e “El Chapo” Guzmán. (Permítanme en este renglón soltar una carcajada para reírme de lo que he escrito).
Ya va siendo hora de que la demagogia sea reemplazada por la democracia. Lo hace el gobierno o acabará haciéndolo el pueblo de México.
La Anécdota
Para sonreír, sobre ahora que el respeto a las estrellas de la oficialidad castrense, va en decrecimiento. Durante una época no muy lejana se acuñó un versillo que podría retratar a los altos mandos actuales. Dice así:
“Ni con la hueva de lisa
ni con la hierba Damiana
se le para la Mangana
a mi general Faz Riza”
El mílite aludido nació en lo que antes se llamó Ciudad Porfirio Díaz -¡qué horror!- y ahora es Piedras Negras, Coahuila, y fue un revolucionario bastante “apreciado” como puede constatarse. Sólo que el versillo podría cambiar:
“A la política de risa”
Con sólo eso nos modernizaríamos.