- Mordazas en Europa
- Rupturas Históricas
- Francesa Endiosada
Por Rafael Loret de Mola
Los “civilizados” españoles quienes pomposamente se han instalado por supuestos conquistadores eternos, vejando a los mexicanos y sin percatarse que fueron los enfrentamientos entre los pueblos de Mesoamérica los responsables del avance de Cortés y su viruela a través del territorio el cual comenzó a ser México a partir de 1821 tras la entrada del llamado Ejército Trigarante a la capital del país aun cuando los golpes de timón, las traiciones y las caricaturas imperialistas no se detuvieron sino hasta el arribo del inmenso Benito Juárez a la Presidencia, cuatro décadas más adelante.
La España de hoy, sacudida por la corrupción y la demagogia –aún mayor a la sufrida por los mexicanos pues el saqueo comienza desde la Corona hasta arrinconar a los plebeyos-, rebosa de dirigentes nostálgicos del franquismo asesino y represor al que muchos creyeron extinguido en noviembre de 1975 con la muerte del dictador. No fue así porque el clero católico y el ejército se situaron bajo el palio de la impunidad y todavía mantienen suficiente influencia como para detener cualquier impulso renovador serio. Por algo, naturalmente, la canciller alemana, la poca agraciada y antipática Ángela Merkel, si percatarse de los micrófonos abiertos susurró:
–No me preocupa la crisis allí; España… ¡es mi perra!
Lo lamentable del incidente, más allá del evidente tono ofensivo, fue la pasividad del presidente hispano, Mariano Rajoy Brey –no digamos del reyecito quien mantiene la “cola” del franquismo en ristre-, y de los congresistas ante tamaña descripción, insolente si se quiere pero dolorosamente cierta por cuanto no sólo a la fidelidad hacia los mandatos de la superioridad –el Cuarto Reich de Merkel-, un atributo que se concede a los canes, sino por su impotencia por resolver los desatinos precedentes, esto es los de los “socialistas” sumados al empresariado de derecha, cuyo brutal desenlace es el desempleo de un de cada cinco trabajadores y una crecida paralela de la xenofobia y el racismo. ¡Cualquiera va por allá con pretensiones de ganarse un euro!
A cambio de ello, nos llenamos de “ejecutivos”, traídos de allende el mar con naves más rápidas que las de los invasores de 1492. Lo hacen con avidez y una fruición por los negocios sin límites al grado de disponer ya de acciones y controles en algunos de los rubros estratégicos del país, tanto en materia de comunicaciones como en la bancaria, al grado de manejar nuestro mercado financiera de acuerdo a las emergencias del euro, agudizadas por la ausencia de liquidez de los ibéricos –incluyo a Portugal-, y la desproporción ingente entre la pujanza de Alemania y los espejismos –los cristales de colores de la modernidad-, sobre un poder adquisitivo que se derrumbó cuando hubo necesidad de pagar los créditos soltados con las mínimas garantías.
Un lacayo de los intereses ibéricos, Rogelio Villareal Cueva, director en México de Editorial Océano
–en donde pretendieron censurar mis obras recientes sin que lo permitiera, acaso para adaptarlas a sus propósitos corporativos-, me llegó a decir, entre ufano y condescendiente:
–Sucede que en México estamos acostumbrados a estar en crisis; no así en España en donde se vivió la primera en 2008 y no supieron afrontarla.
Por ello, claro, se agudizó hasta los niveles actuales pese al anuncio demagógico, más bien electoral a sabiendas de los comicios próximos incluyendo los adelantados en las Autonomías de Cataluña y Andalucía, en la primera jugándose la independencia, de quienes pretenden camuflar sus decadentes principios arguyendo que bajarán los impuestos en 2016. ¿En dónde habré escuchado algo parecido? Los demagogos no suelen darse de manera aislada; florean con el agua estimulante de los abusos pecuniarios a cambio de privar a la ciudadanía de sus libertades elementales.
Ahora el gobierno hispano se vuelca contra la más sagrada de las libertades: la de expresión. Aducen que es necesario imponer el orden sobre el imperativo de exigir justicia. Si esta posición se extiende –como suele ocurrir-, los mexicanos estaremos ante el paredón de fusilería… con el auxilio de la clase dominante, las de los narcos prósperos que se precian de controlar a los presidentes. (En el colmo del cinismo, Alfredo Castillo Cervantes, quien fuera comisionado federal en Michoacán alegó que Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, es tan solo una figura mediática. De seguir así nos denunciará a los periodistas por daño moral como pretende hacerlo una célebre francesa gala).
El caso es que, de hecho, quedarán prohibidas las manifestaciones públicas a riesgo de sanciones pecuniarias severas, incluyendo la de prisión –son tan poco congruentes que en materia de violencia de género privilegian muchas veces a las mujeres histéricas sobre el maltrato a menores; porque tengo pruebas, lo expreso)-, más aún cuando se realicen frente a la sede del Congreso o, peor aún, se encaucen hacia los escraches –esto es plantones frente a los domicilios de los sátrapas a quienes se les reconoce su derecho a dormir bien aunque la conciencia no se los permita-, o se “atrevan” a grabar, esto es vídeofilmar, las acciones policiacas aunque se trate de abusos flagrantes contra la integridad de los civiles y las afrentas consiguientes a los derechos humanos. Un retroceso fascista de la peor calaña… ¡ay, la derecha en el poder!
El asunto tiene aristas que exhiben la prepotencia de los juzgadores españoles –la sufrí en carne propia-, quienes se aplican a la xenofobia con singular aprecio. Po ejemplo, es posible ser juzgado en ausencia –cuando se trata de un extranjero, sobre todo-, y dos veces por el mismo delito sin que, además, exista siquiera la figura del Juicio de Amparo para intentar frenar los abusos de los órganos del poder, incluyendo los de quienes ejercen “justicia”.
Bueno, hasta las apelaciones se dan por perdidas de antemano porque es casi imposible que un juez rectifique porque con ello, de acuerdo a su creencia infeliz, podrían desprestigiarse y, por ende, cotizarse menos. Y lo hacen con la mayor frescura imaginable. Aunque cueste creerlo, en México, con las tremendas lacras que hemos denunciado tanto, hay más opciones para defenderse; por eso ahora los pillos se refugian allende el mar para librarse de las denuncias judiciales dictadas en otros países.
Y con esta pobre autoridad moral pretenden ejercer –como alguna vez lo hizo el malhadado juez Baltasar Garzón quien creyó tener jurisdicción en el mundo entero aunque las causas fueran razonables como la condena al abyecto augusto pinochet, ya extinto; en cambio, curiosamente, no le aguantaron a Garzón su legítima postura de analizar y enjuiciar los crímenes del franquismo e incluso buscar y desenterrar a las víctimas como evidencia de una historia siniestra: ni los restos del gran poeta universal, Federico García Lorca, maltratado por su homosexualidad, han sido hallados para ponerlos en el nicho merecido.
Y en lo particular, me ha llegado la estúpida amenaza de una renegada mexicana en el sentido de que presentará causa judicial contra este columnista por haber titulado uno de los capítulos de “El Alma También Enferma” con un calificativo, “La Puta España”, que ni siquiera es mío sino es frase acuñada por el catalanismo independentista –repulsivo, por otra parte-, en su carrera incesante por menguar la presencia de cuanto tenga olor español aunque, claro, los jamones ibéricos no entran en esta clasificación, pero sí, torpemente, las corridas de toros que en México iniciaron hace más de cuatro siglos con un toque de identidad propio y no como derivación de lo español aunque, es triste reconocerlo, se privilegie a las figuras de allá sobre las nuestras. Lo he dicho antes: México es la única nación que aplica la xenofobia al revés.
La señora que pretende afrentarme por ello dice ejercer la profesión periodística aunque tenga una maestría en economía en Alcalá de Henares. ¿Se imaginan a dónde estamos llegando? Nada menos que a la censura y la autocensura, dolosas ambas, vinculadas al miedo y la envidia, también al egoísmo extremo de vivir bien, en la línea del sistema, a costa de ser “soplón” o “soplona” contra quienes mantienen su dignidad en ristre ante el poder absolutista.
Ni hablar, es mucho cuanto debemos trabajar todavía.
Debate
Mientras tanto, los griegos hacen temblar a la llamada “zona euro” para felicidad de los británicos que no cedieron en el reclamo de modificar sus líneas financieras en torno a sus libras y sólo aceptaron una integración política lo cual les ha resultado estupendo. El triunfo electoral de los socialistas, esto es de la Coalición de Izquierda Radical, y su líder Alexis Tsipras, en Atenas y todo el país de una de las mayores culturas ancestrales, termina con la hipótesis de vivir rendidos a los ordenamientos de la Unión Europea lo que podría provocar una debacle por la deuda impagable de Grecia.
Y sobre el mismo caballo comenzarán a andar España, Italia y Portugal, lo que no es, de modo alguno, un buen augurio para la solidez europea a la que tanto apuestan los catalanes obcecados. Si el “euro” cae el poder del dólar y la gran potencia de Norteamérica sólo será frenado por los movimientos de China y el belicismo ruso que comienza a ser un detonante para la anunciada “guerra nuclear” –lo estimó así Michael Gorbachov, nada menos-, en medio de una desolación profunda en el mundo por el incontenible avance de los jinetes del Apocalipsis: guerra, cólera, hambre y muerte –aunque el caballo blanco de la visión de San Juan, por cierto no el apóstol favorito, señalaba a la victoria que ensoberbece-.
De nuevo, nos sentimos con las manos atadas ante la prepotencia, no liderazgo, de los dirigentes mundiales. Y no hay todavía un antídoto contra ellos.
Por las Alcobas
Le pregunté a un joven colega, Carlos, mi hijo mayor, cómo se había dado el montaje sobre la aprehensión de los “Zodíacos” que incluyó a la protegida secuestradora francesa Florence Cassez
–ahora cuando se viven en París los estragos del terrorismo, debieran revisar los antecedentes de esta señora mentirosa y amparada en las fallas procesales preparadas por el nefasto genaro garcía luna a quien se rendía felipe calderón-. Y me respondió:
–Nada tuve que ver. Pablo Reinah me telefoneó para decirme que se llevaría a cabo un operativo y, desde luego, me interesó ganar la exclusiva; días después, cuando supimos del montaje, despedimos a Reinah y fuimos nosotros quienes informamos de las irregularidades de la captura.
¡Y luego me culparon por ello! Pero allí están los videos que lo corroboran contra la maledicencia de quienes, por envidia, no soportan que alguien se les adelante. Como cuando hice el reportaje en Mazatlán y Culiacán por los túneles del “Chapo”.
La versión resulta oportuna. Para lo que venga.